La economía argentina muestra señales de desaceleración tras un breve período de recuperación. Según el último informe del Centro de Investigación del Ciclo Económico (Cicec), el crecimiento sostenido que caracterizó la salida de la recesión en 2024 ha perdido fuerza en 2025. En mayo, el Índice Compuesto Coincidente de Actividad Económica (ICA-ARG) registró una variación positiva de apenas 0,1%, muy por debajo de los promedios anteriores y confirmando una tendencia de estancamiento.

Sectores clave como la industria, la construcción y las importaciones experimentaron caídas mensuales, mientras que la recaudación nacional también mostró una baja. El empleo registrado privado cayó por tercer mes consecutivo, acumulando una pérdida de más de 500.000 puestos de trabajo desde noviembre de 2023. Los salarios reales también retrocedieron, afectando el poder adquisitivo de la población.

El único sector que mantiene un crecimiento sostenido es el patentamiento de vehículos nuevos, que en mayo creció 0,8% mensual y 72,6% interanual, alcanzando el mayor nivel desde 2018. Sin embargo, este comportamiento es una excepción dentro de un panorama general de estancamiento o contracción.

El economista Roberto Cachanosky, citado por varios medios, advierte que la economía argentina no crece desde hace más de una década y que el tipo de cambio se mantiene atrasado, dificultando la competitividad y la atracción de inversiones. "La población vive como puede, mientras la casta sigue disfrutando", afirmó Cachanosky, quien también señaló que el Banco Central no logró acumular reservas y que la economía enfrenta presiones cambiarias y fiscales.

El contexto internacional, marcado por tensiones comerciales y conflictos, suma incertidumbre al panorama local. El gobierno, por su parte, busca mantener la inflación controlada de cara a las próximas elecciones, utilizando el tipo de cambio como ancla. Sin embargo, persisten dudas sobre la sostenibilidad del actual esquema económico y la posibilidad de una recuperación más amplia tras los comicios.

En síntesis, aunque algunos indicadores mantienen cierta inercia positiva, la mayoría de los datos muestran que los "brotes verdes" de principios de año se están desdibujando, y la economía argentina enfrenta desafíos estructurales que limitan su crecimiento.