S&P Global Ratings elevó la calificación crediticia de Argentina a CCC+, destacando la mejora en los indicadores económicos y el fortalecimiento político tras las recientes elecciones de medio término. La agencia fundamentó su decisión en la reducción de la inflación, el superávit fiscal proyectado para 2025 y el mayor respaldo legislativo al gobierno de Javier Milei, factores que han mejorado el acceso del país a la liquidez internacional.

Según el informe de S&P, la economía argentina podría crecer por encima del 4% en 2025, mientras que la inflación anual se reduciría a cerca del 42%. La perspectiva de la calificación es estable, aunque la agencia advierte que persisten riesgos derivados de la vulnerabilidad económica y la limitada disponibilidad de divisas. "Una posición política más fuerte tras las recientes elecciones y la disminución de los desequilibrios económicos han mejorado el acceso del gobierno argentino a la liquidez", señalaron los analistas de S&P.

El acceso a los mercados de capitales se vio reforzado por la reciente emisión de un bono en dólares por USD 1.000 millones y acuerdos de swap con Estados Unidos. Los bonos argentinos han registrado una rentabilidad cercana al 29% desde las elecciones de octubre, reflejando una mayor confianza de los inversores en la capacidad del país para cumplir con sus compromisos.

No obstante, S&P advierte que la calificación podría ser revisada a la baja en 2026 si se estancan los avances en la estabilización económica. Por el contrario, una mejora sostenida en la liquidez externa y una mayor certeza política podrían impulsar una nueva suba de la nota crediticia.

Analistas internacionales y bancos como UBS consideran que la Argentina podría reducir significativamente su riesgo país si mantiene el rumbo de las reformas y consolida el equilibrio fiscal. Sin embargo, recuerdan que la volatilidad histórica y los antecedentes de default generan cautela entre los inversores. El país sigue estando siete escalones por debajo del grado de inversión, lo que refleja tanto los progresos recientes como los desafíos pendientes.