El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y diversos portales meteorológicos anticipan la llegada de un período de inestabilidad climática en la Ciudad de Buenos Aires y el Área Metropolitana (AMBA), con lluvias y tormentas que se adelantan respecto a lo previsto inicialmente. Según el SMN, las primeras precipitaciones llegarán la noche del jueves 31 de julio, extendiéndose hasta la mañana del sábado 2 de agosto.

El pronóstico oficial indica que el viernes 1 de agosto será la jornada más afectada, con tormentas fuertes, lluvias de variada intensidad y posibilidad de ráfagas intensas y caída de granizo. Se prevén acumulados de hasta 25 milímetros en algunas zonas, mientras que las temperaturas oscilarán entre los 10 y los 18 grados durante el período de inestabilidad. El sábado por la mañana persistirán lluvias aisladas, pero se espera una mejora gradual hacia la tarde, acompañada de un descenso térmico y vientos del sudoeste.

Las autoridades meteorológicas recomiendan monitorear de forma constante las alertas del SMN y seguir las indicaciones oficiales para evitar riesgos. Entre las medidas sugeridas se encuentran evitar zonas costeras o ribereñas, cortar el suministro eléctrico si hay riesgo de ingreso de agua al hogar, y preparar una mochila de emergencia con linterna, radio, documentos y teléfono cargado. "Es fundamental mantenerse informado y actuar con precaución ante la posibilidad de fenómenos intensos", señalaron desde el SMN.

El contexto climático de la región venía marcado por varios días secos y fríos, con un "pulso polar" que mantuvo bajas temperaturas. El cambio de condiciones coincide con el inicio de agosto y un leve ascenso térmico previo. El fenómeno se enmarca en una serie de alertas meteorológicas que afectan también a otras provincias argentinas, con lluvias, nevadas y vientos intensos en distintas regiones del país.

Si bien existe consenso en la llegada de las tormentas, los especialistas advierten que aún hay incertidumbre sobre la intensidad final del fenómeno. Sin embargo, todos coinciden en la importancia de la prevención y el seguimiento de las alertas oficiales para minimizar riesgos y proteger a la población.