El gobierno de Javier Milei enfrenta una de sus semanas más difíciles en el Congreso, tras perder doce votaciones consecutivas en la Cámara de Diputados. Entre los proyectos aprobados por la oposición se destacan el financiamiento universitario y la emergencia pediátrica, iniciativas que obligan al Estado a mejorar los salarios del personal de salud y garantizar recursos para hospitales. Además, la Cámara baja rechazó varios decretos presidenciales que afectaban organismos como Vialidad Nacional, INTA e INTI, poniendo en jaque reformas impulsadas por el Ejecutivo.

La derrota legislativa generó un clima de tensión en la Casa Rosada, donde Milei convocó de manera sorpresiva a su gabinete para analizar la situación y definir estrategias de cara a las elecciones nacionales de octubre. "Hablamos sobre la desesperación de la oposición por dañar al Gobierno", resumió una fuente oficial tras el encuentro. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, reconoció públicamente la magnitud del revés y atribuyó la pérdida de apoyos a la etapa preelectoral y a la acción coordinada del kirchnerismo, radicalismo y la Coalición Cívica.

Francos adelantó que el gobierno vetará todas las leyes que considere contrarias al equilibrio fiscal, una postura que busca preservar el superávit, uno de los principales logros de la administración Milei. Sin embargo, la estrategia oficialista de mantener un tercio de Diputados para bloquear mayorías especiales comenzó a mostrar fisuras, con aliados históricos sumándose a la oposición y expresando malestar por la conducción parlamentaria de Martín Menem.

La sesión en Diputados también reabrió la comisión investigadora del caso Libra, un tema que genera inquietud en el oficialismo por sus posibles derivaciones. Mientras tanto, la oposición celebra la aprobación de proyectos sociales y educativos, y anticipa nuevas iniciativas para modificar la coparticipación del impuesto a los combustibles y el reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN).

En este contexto, el gobierno busca consolidar alianzas electorales y ordenar su discurso de cara a los comicios de octubre, aunque enfrenta crecientes dificultades para articular apoyos en el Congreso. El clima político se torna cada vez más tenso, con perspectivas de mayores negociaciones y confrontaciones en las próximas semanas.