El Congreso argentino vivió una jornada de intensos debates en torno a la redistribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y el impuesto a los combustibles, dos fondos clave para las finanzas provinciales. Los gobernadores, respaldados por bloques opositores, impulsaron proyectos para automatizar y coparticipar estos recursos, buscando poner fin al manejo discrecional que históricamente ha caracterizado su reparto.

En la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, el dictamen de mayoría replicó la media sanción obtenida en el Senado, proponiendo que la distribución de los ATN sea automática y diaria, según los coeficientes de coparticipación. "Son recursos que pertenecen a las provincias y no afectan el equilibrio fiscal", sostuvo el diputado pampeano Ariel Rauschenberger, quien denunció que el Gobierno nacional utiliza estos fondos para mostrar un superávit fiscal "ficticio". Según datos presentados en el debate, en el último año y medio se recaudaron más de $1,1 billones por el Fondo de ATN, pero solo se distribuyeron $143.800 millones entre 16 provincias, dejando a ocho sin recibir fondos en 2024 y 2025.

Sin embargo, el oficialismo, junto al PRO y representantes de Mendoza y San Juan, presentó una contrapropuesta que busca repartir solo los remanentes de los ATN al cierre de cada ejercicio fiscal, elevando además el porcentaje que recibiría la Nación en el caso del impuesto a los combustibles. Esta alternativa generó fisuras en el bloque de gobernadores, que hasta ahora había actuado en conjunto. "La posición de varios de nosotros es que tenemos que negociar con el gobierno nacional, no imponérselos porque un veto genera conflictividad inútilmente", expresó el gobernador mendocino Alfredo Cornejo.

El proyecto sobre el impuesto a los combustibles, que elimina fideicomisos y fondos específicos, propone que el 57,02% de lo recaudado vaya a las provincias, el 14,29% al Tesoro Nacional y el 28,69% a la ANSES. El oficialismo, por su parte, busca elevar la participación nacional y reducir la de las provincias. "Bajo el disfraz de fortalecer el federalismo, este proyecto no es más que la vieja política maquillada. Plata fácil para los gobernadores", criticó la diputada libertaria Lorena Villaverde.

El desenlace de la discusión dependerá de la votación en el recinto y de las negociaciones que continúan entre los distintos actores políticos. El debate refleja la tensión entre la necesidad de recursos provinciales y el control fiscal nacional, en un contexto de crisis económica y realineamientos políticos.