Desde el próximo miércoles 18 de junio, los usuarios del transporte público en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) enfrentarán un nuevo aumento en las tarifas de colectivos, subte y premetro. El ajuste, que responde a la fórmula de actualización mensual basada en la inflación más dos puntos porcentuales adicionales, impactará a más de 100 líneas nacionales, 31 porteñas y unas 250 provinciales y municipales.

El incremento será del 7% para las líneas de jurisdicción nacional, mientras que las líneas porteñas, provinciales, el subte y el premetro verán un aumento del 3,5% a partir de julio. Así, el boleto mínimo en las líneas nacionales pasará a costar $424,91 para quienes utilicen la tarjeta SUBE registrada y $675,60 para quienes no la tengan registrada. En el caso de las líneas provinciales y porteñas, el mínimo será de $489,43 y $778,27 respectivamente. La tarifa social, que otorga un descuento del 55%, seguirá vigente para los beneficiarios de programas sociales.

Este aumento forma parte de un esquema de tres etapas dispuesto por la Secretaría de Transporte, que comenzó el 23 de mayo, continúa el 18 de junio y finalizará el 16 de julio, acumulando un alza total del 21,52%. La última actualización para las líneas nacionales había sido en agosto de 2024, lo que generó una brecha tarifaria con las líneas provinciales y porteñas, que se ajustan mensualmente según la inflación.

En el caso de la línea 57, que conecta Pilar con Plaza Italia, el boleto diferencial subirá a $2.311 a partir del 18 de junio y alcanzará los $2.452 en julio, mientras que el boleto hasta Puente Saavedra costará $1.293. Para los recorridos más largos, el valor máximo superará los $1.100 para quienes no tengan la SUBE registrada.

Las autoridades argumentan que la medida es necesaria para garantizar la sostenibilidad del sistema de transporte y reducir el desfasaje entre las distintas jurisdicciones. Sin embargo, usuarios y organizaciones sociales han manifestado su preocupación por el impacto en el costo de vida, especialmente para quienes no acceden a la tarifa social. El Gobierno asegura que los beneficios para sectores vulnerables se mantendrán, aunque advierte sobre la importancia de registrar la tarjeta SUBE para acceder a los descuentos.

El aumento en el transporte público se da en un contexto de alta inflación y ajustes en otros servicios, lo que genera incertidumbre sobre el poder adquisitivo de los usuarios y la evolución de las tarifas en los próximos meses.