Un brote de fiebre tifoidea ha encendido las alarmas en la localidad bonaerense de Ciudadela, municipio de Tres de Febrero, donde al menos 17 personas han sido afectadas y una muerte está bajo investigación. La fiebre tifoidea, causada por la bacteria Salmonella Typhi, es una enfermedad grave que se transmite principalmente a través de agua o alimentos contaminados.

El brote se detectó entre marzo y abril de 2025, afectando a residentes de dos edificios contiguos que comparten un tanque de agua. Según las autoridades sanitarias, el agua de pozo utilizada en estos edificios es la principal sospechosa de la contaminación. La empresa AySA confirmó que el agua de red es segura, pero las muestras tomadas del agua de pozo revelaron contaminación bacteriana.

De los 17 casos reportados, cinco han sido confirmados mediante cultivos positivos, y varios pacientes han requerido hospitalización, incluyendo cuidados intensivos. Los síntomas más comunes incluyen fiebre alta, dolor abdominal, náuseas, vómitos y, en algunos casos, manchas rosadas en la piel. Una mujer falleció, aunque aún no se ha determinado si la causa fue fiebre tifoidea.

Las autoridades locales y provinciales han implementado medidas para contener el brote. Se han distribuido kits de desinfección con lavandina a los residentes y se ha enviado un camión cisterna con agua potable. Además, equipos de salud realizan visitas diarias para monitorear la situación y prevenir nuevos casos. También se han tomado muestras de alimentos y agua para análisis bacteriológicos, cuyos resultados se esperan en los próximos días.

El brote ha generado preocupación entre los vecinos, quienes han dejado de consumir agua de las canillas y recurren a fuentes alternativas como bidones o camiones cisterna. "El agua del tanque está contaminada", confirmó Silvia Marangoni, secretaria de Salud municipal, quien también anunció que se anulará el tanque y se instalará una conexión directa a la red de AySA.

Este brote es el primero de fiebre tifoidea registrado en Argentina en más de 20 años, lo que subraya la importancia de mantener prácticas de higiene adecuadas y garantizar el acceso a agua potable segura. Expertos en salud pública han enfatizado la necesidad de limpiar regularmente los tanques de agua y de hervir o desinfectar el agua de pozo antes de su consumo.

La situación continúa siendo monitoreada de cerca por las autoridades, quienes trabajan para identificar la fuente exacta de la contaminación y evitar la propagación de la enfermedad. Mientras tanto, se insta a la población a estar alerta a los síntomas y a consultar a un médico en caso de sospecha de infección.