El diputado nacional José Luis Espert fue protagonista de un fuerte escándalo durante su participación en un panel del XVII Congreso Internacional de Comunicación Política, realizado en la Universidad Católica Argentina (UCA). En medio de su exposición, Espert recordó y repitió un insulto dirigido a Florencia Kirchner, hija de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, lo que generó una inmediata reacción de abucheos y pedidos de retiro por parte del auditorio.

El episodio ocurrió un día después de que la Corte Suprema confirmara la condena a seis años de prisión contra Cristina Kirchner en la causa Vialidad, contexto que incrementó la tensión política en el evento. Espert, lejos de retractarse, insistió en su postura y luego minimizó el incidente a través de sus redes sociales, asegurando que solo una minoría lo increpó y que no fue expulsado del recinto. "De casi 1.000 personas que había en el auditorio, solo unas pocas me putearon por recordar un tuit mío de hace 11 años contra la Chorra. Y nadie echó a nadie. Justo yo cerré el panel", escribió el diputado.

La UCA, aunque no organizó el congreso, emitió un comunicado institucional repudiando las expresiones de Espert y llamando a la reflexión sobre la importancia del respeto y la tolerancia en el debate público. "Experimentamos que se está muriendo la fraternidad, se está muriendo la tolerancia, se está muriendo el respeto; y si se mueren esos valores, se muere un poco el futuro, se mueren las esperanzas de forjar una Argentina unida, una Patria de hermanos", expresó la universidad, citando al arzobispo de Buenos Aires.

El incidente también provocó reacciones en el ámbito político. Máximo Kirchner, en una entrevista, criticó la agresividad de Espert y advirtió que "no todo vale" en la política argentina. Por su parte, el exsecretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, desafió a Espert a un enfrentamiento físico a través de redes sociales.

El hecho reavivó el debate sobre los límites del discurso político y la convivencia democrática en un contexto de alta polarización, especialmente tras la reciente decisión judicial sobre Cristina Kirchner. La UCA reafirmó su compromiso con el respeto institucional, mientras que el episodio fue ampliamente repudiado por diversos sectores políticos y sociales.