El científico cordobés Alejandro Fracaroli, de 44 años, permanece desaparecido desde el lunes 13 de octubre en la ciudad alemana de Karlsruhe, donde realizaba una estadía de investigación en nanotecnología en el Instituto Tecnológico de Karlsruhe (KIT). La ausencia de Fracaroli fue advertida por sus compañeros de trabajo, quienes notaron que no se presentó al instituto y que su teléfono celular permanecía apagado desde hacía más de 20 horas. Ante la falta de contacto, la familia y colegas dieron aviso a las autoridades locales y al consulado argentino en Frankfurt, que activaron un pedido de búsqueda junto a la policía alemana.

La última comunicación registrada fue una videollamada con su pareja, Gabriela Furlan, quien relató: "La charla fue normal, no noté nada raro". Sin embargo, desde las 19:00 de ese día, no hubo más noticias de Fracaroli. Según fuentes cercanas, el científico fue visto por última vez saliendo del campus universitario y abordando un colectivo hacia la ciudad, pero nunca llegó a su domicilio. Las cámaras de seguridad y los registros en hospitales y comisarías no han aportado datos relevantes hasta el momento.

La comunidad científica argentina y europea se encuentra en alerta, difundiendo la búsqueda a través de redes sociales y solicitando colaboración internacional. Mónica Balzarini, directora de CONICET Córdoba, expresó: "Toda la comunidad científica está en alerta. No hay ninguna pista ni información sobre cómo desapareció". El hermano de Fracaroli viajó desde Córdoba a Karlsruhe para sumarse a la búsqueda, mientras que colegas y allegados en Alemania colaboran con las autoridades locales.

El Instituto Tecnológico de Karlsruhe es uno de los principales centros científicos de Europa, con una amplia trayectoria en investigación multidisciplinaria. Fracaroli, investigador del CONICET y profesor en la Universidad Nacional de Córdoba, participaba en un proyecto de nanotecnología previsto hasta diciembre de 2025. La familia solicita solidaridad y colaboración internacional, difundiendo los números de contacto habilitados para aportar información relevante sobre su paradero.

Hasta el momento, no existen pistas claras ni avances significativos en la investigación. El caso genera preocupación e incertidumbre en la comunidad científica y en el entorno familiar, que aguardan novedades sobre el paradero del investigador argentino.