El PRO bonaerense dio este viernes un paso formal hacia la concreción de una alianza electoral con La Libertad Avanza (LLA), de cara a las próximas elecciones en la provincia de Buenos Aires. En una asamblea partidaria realizada en la sede de la calle Balcarce, los principales dirigentes del PRO autorizaron a su presidente provincial, Cristian Ritondo, a avanzar en las negociaciones para conformar un frente común con el espacio liderado por Javier Milei.

Aunque la asamblea no definió aún el nombre ni los partidos específicos que integrarán la alianza, el encuentro fue considerado un punto de inflexión en el proceso de acercamiento entre ambos espacios. Según fuentes partidarias, el acuerdo implicaría que el PRO compita bajo el sello y los colores de LLA, resignando su propia identidad en la boleta electoral. "El violeta va a dominar y el PRO no va a estar en la boleta… Hasta Mauricio (Macri) soltó esa pelea", reconoció un dirigente consultado por Página/12.

Las negociaciones, que se intensificaron en la última semana, incluyeron reuniones entre Cristian Ritondo, Diego Santilli, Guillermo Montenegro y referentes libertarios como Sebastián Pareja y Karina Milei. Uno de los principales puntos de discusión es el reparto de lugares en las listas: los intendentes del PRO exigen garantías de preeminencia en el armado de las nóminas locales y legislativas, mientras que los libertarios aspiran a un esquema favorable en las listas provinciales.

En los municipios gobernados por el PRO, los jefes comunales buscan asegurarse la mayoría de los cargos en las listas de concejales, reclamando un 70% de los lugares, mientras que en las listas provinciales se discute un reparto 75/25 a favor de LLA. "Habrá conflictos y cruces", anticipó un referente macrista, aunque desde el entorno de Ritondo aseguran que "no esperamos ninguna sorpresa, está todo más o menos acomodado".

El acuerdo, de concretarse, dejaría fuera al radicalismo, que mayoritariamente optó por presentarse en una alternativa de centro. Sin embargo, no se descarta que algunos dirigentes radicales se sumen a nivel local.

La fecha clave para el cierre definitivo de la alianza es el 9 de julio, cuando vence el plazo para la presentación de frentes electorales ante la Justicia. Hasta entonces, continuarán las negociaciones para definir los detalles del acuerdo y el reparto de candidaturas. El PRO, que arriesga bancas clave en la Legislatura bonaerense, busca preservar su poder territorial y garantizar la gobernabilidad en los distritos que hoy controla. Por su parte, LLA apuesta a consolidar su presencia en la provincia y enfrentar al peronismo unido en las próximas elecciones.

El desenlace de estas negociaciones marcará el escenario político bonaerense de cara a los comicios del 7 de septiembre, donde se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y parte del Senado provincial.