El Gobierno argentino registró en junio de 2025 un déficit financiero de $2,7 billones, según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) y la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP). Este resultado interrumpe una racha de cinco meses consecutivos de superávit y representa un desafío para la política de ajuste fiscal impulsada por la administración de Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo.

El aumento del gasto en junio se explicó principalmente por el pago de aguinaldos a empleados públicos y jubilados, así como por incrementos en prestaciones sociales y transferencias a provincias. Sin embargo, la eliminación del impuesto PAIS y la caída en la recaudación del impuesto a las Ganancias contribuyeron a una merma de los ingresos, lo que profundizó el desbalance fiscal. La OPC detalló que el déficit primario fue de $1,019 billones, mientras que los compromisos de deuda elevaron el déficit financiero a $2,743 billones.

A pesar de estos resultados, el Gobierno logró mantener un superávit acumulado en el primer semestre de $13,93 billones, aunque con señales de desgaste en el programa económico. El ajuste fiscal implementado desde 2024 incluyó fuertes recortes en gasto social, obra pública y subsidios, lo que generó una caída del 10,8% en el gasto social respecto a 2023, aunque con un aumento del 21,7% frente a 2024. La ejecución de programas sociales y alimentarios fue baja, según informes de la ASAP y la Contaduría General de la Nación.

El contexto inflacionario y la presión sobre el dólar complican la sostenibilidad del ajuste, mientras el Gobierno busca cumplir y superar la meta fiscal acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El Ejecutivo atribuyó el déficit de junio a factores estacionales, pero analistas advierten sobre el impacto social de los recortes y la necesidad de ajustar el presupuesto o implementar nuevas medidas en el segundo semestre. El superávit fiscal sigue siendo el ancla de la política económica, aunque genera tensiones sociales y políticas que podrían intensificarse en los próximos meses.