La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a ocupar el centro del debate político tras lanzar duras críticas al presidente Javier Milei por el corte de gas que afectó a Mar del Plata en plena ola polar. Desde su prisión domiciliaria, Kirchner utilizó su cuenta de X para responsabilizar al Gobierno por la falta de servicio y cuestionar el aumento de tarifas y la situación económica general. “Tarifas por las nubes, estufas apagadas, vos hablando de que hiciste un buen trabajo en Mercosur... ¿Y dejaste a Mar del Plata sin gas? Dale hermano... Seguí vendiendo humo... lástima que no calienta”, escribió la exmandataria.

La respuesta oficial no tardó en llegar. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, defendió la gestión de Milei y desestimó las críticas de Kirchner. “Seguramente en prisión no debe recibir todos los números de la Argentina. No sé de dónde saca esos números ni quién se los manda. Yo no creo que sea así. Ha habido una mejora sustancial en la economía”, afirmó Francos en declaraciones radiales. Además, destacó el crecimiento del consumo y la importancia de mantener el equilibrio fiscal como eje del plan económico.

Por su parte, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, fue aún más contundente y acusó al kirchnerismo de haber dejado una economía devastada. “Qué bueno que tiene tiempo para escribir mientras estamos corrigiendo las barbaridades económicas que realizó durante su participación directa en tres gobiernos nacionales”, señaló Quirno, quien también defendió la reducción de la deuda y el superávit financiero alcanzado por la actual administración.

El cruce se produce en un contexto de crisis cambiaria, con salida de divisas y dificultades para atraer inversiones, según datos recientes del Banco Central. Kirchner advirtió sobre la fuga de dólares y la falta de inversiones, mientras que el Gobierno sostiene que la situación está mejorando y que los problemas actuales son consecuencia de gestiones anteriores.

La disputa refleja la fuerte polarización política y la lucha por imponer una narrativa sobre la situación económica y social del país. Mientras la oposición denuncia un agravamiento de la crisis, el oficialismo insiste en que se están corrigiendo los desequilibrios heredados y que los indicadores muestran una recuperación paulatina. El debate promete continuar en los próximos días, en medio de un clima social y político cada vez más tenso.