Thomas Octavio, un joven de 17 años oriundo de San Justo, falleció en octubre de 2022 tras un viaje de egresados a Bariloche, en un caso que ha generado conmoción y debate sobre la seguridad en los viajes estudiantiles. La Justicia de Río Negro imputó a cinco personas, entre ellas dos coordinadores de la empresa Traveldance, una médica y un falso médico, por homicidio culposo debido a una cadena de omisiones y negligencias que impidieron que el adolescente recibiera la atención médica adecuada.

Según la investigación, Thomas comenzó a presentar fiebre, dolor corporal y malestar general el 19 de octubre de 2022, mientras se alojaba en el Hotel Club House de Bariloche. A pesar de las reiteradas consultas en la enfermería y el evidente deterioro de su salud, no fue derivado a un hospital ni recibió atención médica profesional. En su lugar, fue atendido por un hombre que ejercía como médico sin matrícula habilitante.

Los coordinadores de la empresa de turismo estudiantil permitieron que Thomas regresara a Buenos Aires en micro, un viaje de 21 horas, sin supervisión médica y delegando su cuidado en otros estudiantes. Al llegar a la localidad de Valentín Alsina, fue atendido por la médica Ana Clara Carlín, quien, según la pericia forense, subestimó el cuadro clínico y no ordenó los estudios complementarios básicos. La madre del joven, Yanina Cáceres, relató que solo le administraron paracetamol y que Thomas permaneció varios días en su habitación sin recibir agua ni alimentos adecuados.

El estado de salud de Thomas se agravó rápidamente y fue trasladado a la Clínica Santa Bárbara en la Ciudad de Buenos Aires, donde ingresó en terapia intensiva y falleció el 25 de octubre a causa de una falla multiorgánica provocada por una sepsis de Streptococcus Pyogenes. El informe forense concluyó que existía una ventana de oportunidad para haber detectado y tratado la infección, lo que podría haber evitado el desenlace fatal.

La fiscalía sostiene que la muerte fue consecuencia de una serie de omisiones y conductas negligentes por parte de los imputados, quienes violaron deberes de cuidado y obligaciones de garante. La defensa de los coordinadores, sin embargo, rechaza la existencia de responsabilidad penal directa. El caso ha reavivado el debate sobre la regulación y control de los servicios médicos en viajes de egresados, así como la necesidad de reforzar los protocolos de atención y supervisión para evitar tragedias similares en el futuro.