El dirigente social y político Juan Grabois fue atendido en la guardia del hospital CEMIC, en el barrio porteño de Saavedra, tras experimentar un dolor en el pecho. Aunque inicialmente circularon rumores sobre una posible internación, el propio Grabois desmintió estas versiones a través de sus redes sociales, donde aseguró que todos los estudios médicos realizados descartaron problemas coronarios y confirmaron que su estado de salud es bueno.

En un extenso mensaje publicado en sus redes, Grabois denunció la difusión de información falsa sobre su salud, calificándola de "irresponsable" y "sin límites éticos". Además, aprovechó la ocasión para criticar la situación del sistema de salud pública en Argentina, al que describió como en "crisis profunda". Según el dirigente, los hospitales enfrentan problemas como la falta de medicamentos, personal insuficiente y malas condiciones de infraestructura, lo que afecta gravemente a los sectores más vulnerables de la sociedad.

Grabois también destacó la labor de los trabajadores de la salud, incluyendo camilleros, kinesiólogos y enfermeras, a quienes calificó como el "corazón" del sistema sanitario. "En su esfuerzo y compromiso sobrevive la fuerza con la que, no tengo dudas, vamos a volver a poner todo el sistema de pie", afirmó.

El dirigente agradeció el apoyo recibido por parte de sus seguidores y llamó a la sociedad a enfocarse en los problemas estructurales del país, como la crisis en salud y educación. "La catadura moral de una sociedad se mide por cómo trata a sus niños, a sus abuelos y a sus enfermos", expresó.

En un mensaje desafiante, Grabois también se dirigió a quienes difundieron información falsa sobre su salud, asegurando que continuará con su activismo político. "A los que se alegraron leyendo el falso diagnóstico, lamento decirles que acá estamos para seguir combatiéndolos un largo rato, hasta el último suspiro", concluyó.

Este episodio no solo pone de relieve la salud del dirigente, sino también las tensiones políticas y sociales en torno al sistema sanitario argentino, en un contexto de ajustes presupuestarios y alta polarización política.