La Iglesia Católica argentina emitió un contundente respaldo a los trabajadores del Hospital Garrahan, en medio de un conflicto salarial que ha puesto en jaque la atención pediátrica en el principal hospital infantil del país. A través de una carta firmada por el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Marcelo Daniel Colombo, y el secretario general, Raúl Pizarro, la cúpula eclesiástica expresó su "adhesión al pedido que hacen en relación con sus salarios y la situación general de la pediatría en el país".

El pronunciamiento, dado a conocer en la víspera de la reunión entre el presidente Javier Milei y el papa León XIV en el Vaticano, califica de "dramática" la situación que atraviesan médicos y pacientes del Garrahan. "¿Qué tipo de sociedad y de gobierno son capaces de no valorar adecuadamente la misión de los médicos?", se preguntaron los obispos, quienes también manifestaron su "perplejidad" ante las políticas de ajuste que afectan al sector salud.

El conflicto en el Garrahan se intensificó tras el rechazo de los médicos residentes a un bono no remunerativo ofrecido por el Gobierno, que llevaría la remuneración total a $1.300.000 a partir de julio, pero sin impacto en el sueldo básico ni en los aportes. Actualmente, el salario neto de los residentes ronda los $797.000, según fuentes gremiales. La medida de fuerza incluyó paros y amenazas de sanciones laborales, lo que llevó a los residentes a levantar el paro, aunque aclararon que no renuncian a su reclamo por un salario digno.

Desde el Gobierno, la respuesta fue calificar el reclamo como una "extorsión política disfrazada de reclamo" y exhortar al cumplimiento de la conciliación obligatoria. En paralelo, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) convocó a un paro nacional en todos los hospitales públicos, denunciando la falta de propuestas concretas en la mesa de negociación.

La carta de la Iglesia, además de respaldar el reclamo, ofreció su mediación y amplificación del pedido de los trabajadores. "Nos ponemos a disposición para extender, a través de nuestra voz, un pedido tan justo como impostergable", concluyeron los obispos, invocando la protección de la Virgen de Luján para los trabajadores y sus pacientes.

El conflicto en el Garrahan se da en un contexto de crisis económica y ajuste en el sector público, con más de 200 profesionales que han renunciado en lo que va del año. La postura de la Iglesia suma presión política al Gobierno, especialmente en la antesala de la reunión de Milei con el papa León XIV, y refleja la creciente preocupación social por el deterioro del sistema de salud pública en Argentina.