Un fuerte temporal azotó Mar del Plata durante el fin de semana, dejando a su paso importantes daños materiales y complicaciones en la vida cotidiana de los vecinos. Las lluvias intensas, que acumularon entre 70 y 80 milímetros de agua entre sábado y domingo, se combinaron con ráfagas de viento de hasta 50 kilómetros por hora, generando la caída de árboles, anegamientos y la interrupción del tránsito en varios barrios.

Según reportes de Defensa Civil y medios locales, al menos seis árboles de gran porte se desplomaron en distintos puntos de la ciudad. Uno de los incidentes más graves ocurrió en el barrio Caisamar, donde un árbol cayó sobre dos autos estacionados y bloqueó la salida de la autobomba del cuartel de bomberos. En la Ruta 11, a la altura del barrio Alfar, otro árbol de gran tamaño impidió el paso vehicular hasta que fue retirado por personal municipal.

Además de los árboles caídos, se registraron daños en la infraestructura urbana, como la caída de semáforos en la zona de Acevedo y la Costa, la voladura de un techo en Juana Manso al 4200 y numerosas calles bloqueadas por ramas y escombros. Los barrios Termas Huinco, La Herradura, Autódromo y Punta Mogotes sufrieron anegamientos, aunque las autoridades confirmaron que no hubo evacuados.

Alfredo Rodríguez, titular de Defensa Civil de General Pueyrredon, destacó la magnitud de las intervenciones realizadas por los equipos municipales y recomendó a la población evitar transitar por la ciudad y no permanecer debajo de árboles o estructuras inestables. "Mar del Plata está atravesando una situación complicada y pedimos extremar precauciones", advirtió Rodríguez, quien también señaló que la alerta meteorológica pasó de nivel amarillo a naranja debido a la intensidad del temporal.

El fenómeno coincidió con el fin del invierno y el inicio de la primavera, lo que contribuyó a las bajas temperaturas y la sensación térmica reducida. Se espera que las lluvias y chaparrones continúen durante el domingo, por lo que los equipos municipales seguirán trabajando en la atención de emergencias y la recuperación de la normalidad en los barrios afectados.

Este tipo de eventos meteorológicos, aunque no son frecuentes con tal intensidad, han ocurrido en la región en otras ocasiones, lo que resalta la importancia de las medidas preventivas y la rápida respuesta de las autoridades locales.