Diputados peronistas del interior del país han comenzado a impulsar la figura de Pablo Yedlin como posible reemplazo de Germán Martínez en la jefatura del bloque en la Cámara de Diputados. Esta iniciativa surge en medio de crecientes críticas hacia la conducción de Martínez, especialmente por su alineamiento con Máximo Kirchner y el sector de La Cámpora, y responde a la intención de algunos legisladores de promover un peronismo más federal y menos centralizado en la agenda del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

La propuesta cuenta con el respaldo de representantes de provincias gobernadas por el peronismo, quienes buscan distanciarse tanto de la conducción de Cristina Kirchner como de la influencia de La Cámpora. Según fuentes consultadas, el malestar se debe a la dificultad del kirchnerismo para abordar temas como la inflación y la necesidad de modernizar el discurso partidario. "Hay que tener propuestas para abordar el debate de la reforma laboral, la situación económica y la política energética", señaló un diputado electo.

Sin embargo, la situación interna es compleja. Aunque Yedlin habría negado su interés en presidir el bloque tras una reciente conversación con un legislador kirchnerista, su nombre sigue circulando como posible figura de consenso. Cristina Kirchner, por su parte, ha intentado frenar las fugas dentro del bloque, especialmente tras el pase de Javier Noguera al bloque de Osvaldo Jaldo.

El jefe de la bancada, Germán Martínez, está al tanto de los movimientos y ha convocado a una reunión de bloque para el próximo martes, donde se espera que el debate se intensifique. Mientras tanto, algunos sectores, como el liderado por Sergio Massa, han expresado su apoyo a la continuidad de Martínez, argumentando que la unidad es clave para evitar costos políticos y mantener el poder en el reparto de comisiones tras el 10 de diciembre.

La discusión sobre un posible recambio en la jefatura podría postergarse hasta marzo, una vez que se hayan tratado temas sensibles como el presupuesto y la reforma laboral. En este contexto, la estrategia de los distintos grupos internos se centra en mantener la cohesión para no perder cuotas de poder y evitar que eventuales disidencias sean interpretadas como acuerdos con el gobierno de Javier Milei. El futuro del bloque peronista dependerá de las definiciones que surjan en las próximas semanas, en un escenario marcado por la tensión y la búsqueda de mayor representación federal.