El fallecimiento del papa Francisco, a los 88 años, ha generado una profunda conmoción en todo el mundo. El pontífice, conocido por su enfoque en los pobres y los marginados, será sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma, un lugar que eligió personalmente por su significado espiritual y su conexión con la Virgen María.

En este contexto, su sobrino José Ignacio Bergoglio rompió el silencio para compartir un mensaje emotivo y un pedido especial. A través de sus redes sociales, José Ignacio explicó que la familia decidió no viajar a Roma para el funeral, optando por permanecer en Buenos Aires. "Creemos que la mejor forma de honrar a Jorge es seguir su ejemplo de humildad y caridad", expresó. En línea con este pensamiento, pidió a quienes deseen rendir homenaje al Papa que realicen donaciones a obras de beneficencia o se unan en oración por los más necesitados.

El legado del papa Francisco, el primer pontífice sudamericano y jesuita, se refleja en su vida y en su muerte. Durante su pontificado, rompió con muchas tradiciones, viviendo fuera del Palacio Apostólico y enfocándose en los problemas sociales y económicos que afectan a los más vulnerables. Su decisión de ser sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, en lugar de las grutas de la Basílica de San Pedro, es otro ejemplo de su sencillez y devoción.

La Basílica de Santa María la Mayor, un lugar histórico y espiritual en Roma, será su última morada. Este templo, que data del siglo IV, alberga reliquias y obras de arte de gran valor, y ha sido un lugar de oración constante para el Papa durante su vida. Su sepulcro será sencillo, con una inscripción que simplemente dirá "Franciscus", en cumplimiento de su testamento.

Más de 250,000 personas asistieron a la capilla ardiente en el Vaticano para despedir al pontífice, reflejando el impacto global de su liderazgo. Líderes religiosos y políticos de todo el mundo han destacado su legado de misericordia y su compromiso con los valores cristianos.

El fallecimiento del papa Francisco marca el fin de una era en la Iglesia Católica, pero su mensaje de humildad, caridad y justicia social continuará inspirando a millones. Su familia, al decidir no viajar y priorizar la oración y la ayuda a los necesitados, busca perpetuar estos valores en su memoria.