El gobierno de Javier Milei atraviesa una de sus etapas más críticas tras la difusión de audios que involucran a Karina Milei, hermana del presidente, en presuntas coimas dentro de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). Este escándalo ha generado un fuerte impacto en la opinión pública y se refleja en los últimos relevamientos de imagen y confianza.

Según la consultora Atlas Intel, la desaprobación de Milei alcanzó el 55,1%, mientras que la aprobación se ubica en 43,8%. El Índice de Confianza en el Gobierno, medido por la Universidad Torcuato Di Tella, cayó un 13,6% en agosto, marcando la peor caída durante la gestión actual. Carlos Gervasoni, director de Ciencia Política de Di Tella, explicó que "la confianza tiende a bajar en todos los gobiernos, pero el caso de las coimas aceleró el deterioro".

El contexto político se caracteriza por una fuerte polarización y tensión social, según representantes de fundaciones políticas internacionales. Svenja Blanke, de la Fundación Friedrich Ebert, describe el ambiente como "muy polarizado", mientras que Michael Álvarez Kalverkamp, de la Fundación Heinrich Böll, advierte sobre "incertidumbre y tensión social". Por otro lado, Hans-Dieter Holtzmann, de la Fundación Friedrich Naumann, sostiene que "Argentina experimenta una sensación de esperanza en un futuro mejor".

El escándalo de corrupción en ANDIS es considerado el principal factor detrás del deterioro de la imagen presidencial. La corrupción es vista como el principal problema por el 36,9% de la población, seguida por el desempleo (36%). Las expectativas económicas también empeoraron: el 47% de los encuestados cree que la economía se deteriorará en los próximos seis meses.

A pesar de la crisis, Milei lidera la intención de voto para las elecciones legislativas de octubre con el 39,8%, seguido por el kirchnerismo con 33,5%. Analistas advierten que el impacto del escándalo podría influir en el resultado electoral y en la estabilidad política del gobierno.

El ambiente político se ha visto agravado por ataques a la prensa y medidas represivas en manifestaciones, generando preocupación entre observadores internacionales. Sin embargo, algunos sectores destacan mejoras en la seguridad bajo la gestión de Milei y la ministra Patricia Bullrich.

En comparación con gestiones anteriores, la confianza en el gobierno se encuentra en niveles intermedios, aunque la tendencia negativa podría profundizarse si el gobierno no logra revertir la percepción pública. El desenlace de la crisis y las elecciones legislativas serán determinantes para el futuro político de Milei y su administración.