La demolición controlada del depósito de electrodomésticos incendiado en el centro de La Plata comenzó este lunes, tras el devastador siniestro que el 16 de julio destruyó por completo el edificio de cuatro pisos ubicado en la esquina de Diagonal 77 y 48. El operativo, que se extenderá por al menos tres semanas, busca garantizar la seguridad de los vecinos y de las construcciones linderas, muchas de las cuales debieron ser evacuadas durante el incendio.

El proceso de demolición, a cargo de la empresa especializada Grupo Mitre, se realiza con maquinaria pesada y bajo la estricta supervisión de ingenieros del Colegio de Ingenieros y de la Universidad Tecnológica Nacional, así como de la Justicia local. "Hace 12 días la ciudad sufrió este siniestro tan grave sin que, felizmente, tuviéramos que lamentar víctimas. Ahora estamos dando cumplimiento a lo que establece el Código de Construcciones", declaró el intendente Julio Alak, quien supervisó el inicio de los trabajos.

El operativo incluye la participación de bomberos, policía, defensa civil y la Cruz Roja, y mantiene la zona completamente vallada y con acceso restringido. El tránsito permanece interrumpido y los comercios de la zona operan con acceso limitado, lo que afecta la actividad económica local.

Las 190 personas evacuadas, entre afectados directos e indirectos, continúan esperando poder regresar a sus hogares. Unas 20 fueron alojadas en hoteles por el municipio, mientras que el resto se reubicó temporalmente con familiares. La Justicia autorizó el regreso progresivo de los residentes una vez que se derribe el ala superior del edificio y se garantice la seguridad.

El incendio, cuyas causas aún se investigan, habría comenzado por un cortocircuito en una oficina de la planta baja, aunque la fiscalía no descarta otras hipótesis, incluyendo la posibilidad de un hecho intencional. Durante los peritajes se hallaron tanques de nafta bajo la estructura, remanentes de una antigua estación de servicio, lo que obligó a extremar las medidas de seguridad.

El depósito, que funcionaba sin habilitación y había sido clausurado semanas antes del siniestro, albergaba mercadería valuada en más de un millón y medio de dólares, casi toda destruida por el fuego. La causa judicial avanza con la imputación de la titular de la firma responsable y la recolección de pruebas sobre el estado operativo del inmueble al momento del incendio.

La demolición representa un paso clave para la recuperación del barrio y el retorno a la normalidad, aunque el proceso legal y la reconstrucción de la zona podrían extenderse en el tiempo.