El hallazgo del cuerpo descuartizado de Brenda Torres, una joven de 24 años, ha sacudido a la ciudad de Córdoba y puesto en el centro del debate la problemática de la violencia y la vulnerabilidad social. El viernes pasado, un sereno de una obra en construcción encontró bolsas de basura con restos humanos en un descampado de la avenida Ramón Cárcano. Días después, empleados de una empresa vial hallaron más partes del cuerpo a pocos metros del lugar inicial. Hasta el momento, el torso y la cabeza de la víctima no han sido encontrados.

La investigación, a cargo del fiscal Horacio Vázquez, apunta como principal hipótesis a un ajuste de cuentas vinculado al narcomenudeo, dado que Brenda tenía antecedentes por consumo y venta de drogas, además de vivir en situación de calle. "Era una víctima de un círculo que la fue llevando al consumo problemático", declaró la abogada de la familia, quien solicitó ser querellante en la causa.

El padre de Brenda relató que la joven había cambiado su personalidad debido a las drogas y que, aunque solía irse de la casa, siempre regresaba. La madre, por su parte, expresó su dolor y exigió justicia: "No me la estén dando en pedazos o cuotas, necesito velar a mi hija". Ambos padres coincidieron en la falta de respuestas y ayuda por parte de las autoridades ante la situación de vulnerabilidad de Brenda.

La policía y la fiscalía han desplegado operativos de rastrillaje y analizan imágenes de cámaras de seguridad para identificar a los responsables. El caso ha generado una fuerte conmoción en la sociedad cordobesa, que reclama justicia y mayor protección para las personas en situación de vulnerabilidad. Mientras tanto, la investigación continúa y la familia de Brenda espera que se esclarezca el crimen y se haga justicia.