El Ministerio Público Fiscal de Neuquén confirmó este jueves la identidad de Azul Semeñenko, la mujer trans de 49 años cuyo cuerpo fue hallado en un canal de Valentina Norte Rural, tras casi un mes de búsqueda. Azul había desaparecido el 25 de septiembre, luego de dirigirse a una consulta médica en el Hospital Castro Rendón. El hallazgo del cadáver, envuelto en plásticos y en avanzado estado de descomposición, conmocionó a la comunidad local y movilizó a familiares, amigos y organizaciones sociales en reclamo de justicia.

La investigación, a cargo de la fiscal Guadalupe Inaudi, se orienta como transfemicidio, dada la identidad de género de la víctima y los signos de violencia extrema observados en el cuerpo. El informe preliminar de la autopsia, remitido por el Cuerpo Médico Forense, determinó que Azul murió a causa de múltiples heridas punzocortantes en el tórax y brazos, además de presentar fracturas en el rostro. El cuerpo fue encontrado por una pareja que paseaba a sus perros en un sector poco transitado de Valentina Norte Rural, atado y envuelto en un colchón inflable, lo que dificultó las tareas de extracción y posterior identificación.

La desaparición de Azul había sido denunciada el 30 de septiembre, y desde entonces la Policía de Neuquén activó un protocolo de búsqueda que incluyó patrullajes terrestres y acuáticos, además de la colaboración de canes especializados. El último registro de su teléfono celular se ubicó en la zona ribereña del río Limay, el 25 de septiembre a las 4:20 de la madrugada, lo que orientó parte de la investigación hacia ese sector.

El caso generó una fuerte reacción social y política. Familiares, amigos y colegas de Azul marcharon por el centro de Neuquén hasta la Casa de Gobierno, exigiendo justicia y acompañamiento. El gobernador Rolando Figueroa decretó dos días de duelo provincial y aseguró: "Vamos a poner todos los recursos necesarios para que haya justicia por Azul y para que nadie más sea víctima de la intolerancia y la discriminación". Por su parte, el hermano de la víctima, Marcos Semeñenko, expresó su dolor y esperanza de que el caso no quede impune: "Soñé con Azul, sabía que no estaba viva. Solo espero que se haga justicia; y si la justicia de los hombres no lo hace, confío en la divina".

La investigación continúa sin detenidos ni demorados, mientras se analizan los últimos contactos telefónicos y movimientos previos de la víctima. El transfemicidio de Azul Semeñenko se inscribe en un contexto de reclamos por derechos y protección de personas trans, y ha puesto en el centro del debate la necesidad de fortalecer las políticas de prevención y acompañamiento en casos de violencia por motivos de género.