El paro de controladores aéreos iniciado este miércoles 17 de diciembre en Argentina ha generado importantes complicaciones en el transporte aéreo nacional e internacional, en plena temporada de Fiestas. La medida, impulsada por la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA), responde a reclamos salariales, laborales y a la reincorporación de trabajadores despedidos, según informaron fuentes gremiales.

El cronograma de paros, que se extenderá hasta el 29 de diciembre, contempla interrupciones programadas en distintos días y horarios, afectando principalmente los despegues de aeronaves en todos los aeropuertos del país. Solo se exceptúan los vuelos de emergencia, sanitarios, humanitarios, de Estado y de búsqueda y salvamento, conforme a la normativa vigente.

Las aerolíneas ya han comenzado a reprogramar y cancelar vuelos. Flybondi informó la cancelación de seis vuelos y la reprogramación de 69, afectando a más de 13.000 pasajeros en los primeros dos días. Aerolíneas Argentinas anticipó al menos 67 demoras y 25 adelantamientos de horarios, con cerca de 7.472 pasajeros afectados. La situación podría agravarse a medida que se acerquen las fechas festivas, cuando el flujo de viajeros aumenta considerablemente.

Desde ATEPSA, el portavoz Julián Gaday sostuvo que las medidas de fuerza son consecuencia de la "ausencia de diálogo, incumplimientos al Convenio Colectivo de Trabajo y una situación salarial crítica". El sindicato también reclama la reincorporación de despedidos y la revisión de condiciones laborales en los aeropuertos.

Por su parte, la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) y el Gobierno han rechazado la medida, calificándola de "inadmisible" y "política". Argumentan que el acuerdo paritario estaba en curso y que el paro busca perjudicar a los pasajeros en fechas clave. "Pretenden tomar de rehenes a los argentinos durante los últimos días del año", señalaron fuentes oficiales.

La Secretaría de Trabajo convocó a una audiencia para intentar destrabar el conflicto, aunque tanto el gremio como el Gobierno reconocen que no se esperan cambios inmediatos en las medidas anunciadas. El conflicto se remonta a agosto, cuando se dictó la conciliación obligatoria sin resultados concretos, y se ha repetido en otras ocasiones de alta demanda, como las vacaciones de invierno y noviembre pasado con vuelos de carga.

Ante este escenario, las autoridades recomiendan a los pasajeros consultar el estado de sus vuelos y mantenerse informados a través de los canales oficiales de las aerolíneas y organismos estatales. El impacto del paro podría extenderse si no se alcanza una solución en los próximos días, afectando a miles de viajeros en una de las épocas más transitadas del año.