Miles de personas se congregaron el 17 de octubre en la Ciudad de Buenos Aires para conmemorar el 80° aniversario del Día de la Lealtad Peronista, en una jornada que tuvo como epicentro el domicilio de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien cumple prisión domiciliaria por la causa Vialidad. La movilización, que reunió a más de 50.000 asistentes según estimaciones de los organizadores, partió desde distintos puntos neurálgicos de la ciudad y culminó en San José 1111, en el barrio de Constitución.

Durante el acto, Cristina Kirchner se dirigió a la multitud desde su balcón y a través de un mensaje de audio, en el que reivindicó el significado histórico del 17 de octubre de 1945 y trazó paralelismos con la situación actual del país. "Hoy, 17 de octubre, no venimos a recordar una fecha, venimos a recordar una lección de la historia. Cuando un pueblo defiende sus derechos, defiende su libertad", afirmó. La ex mandataria criticó duramente la política económica del gobierno de Javier Milei, denunciando el endeudamiento y la subordinación a intereses extranjeros. "La economía argentina manejada a control remoto por el tesoro de los Estados Unidos. Nunca visto", sostuvo.

Cristina Fernández también hizo referencia a su situación judicial, calificando su condena como "completamente armada" y vinculando su caso a una persecución política. En su mensaje, llamó a la militancia a votar en las elecciones legislativas del 26 de octubre para frenar el modelo actual: "Es Milei o la Argentina", sentenció.

El gobernador bonaerense Axel Kicillof, presente en la movilización junto a parte de su gabinete, también se pronunció sobre la crisis social y económica, señalando el endeudamiento récord de las familias argentinas y la necesidad de construir una alternativa política para el futuro. "Hay que dedicarse incansablemente a darle a nuestro pueblo una alternativa a esta derecha insensible", expresó.

La jornada estuvo marcada por expresiones culturales, cánticos y la presencia de referentes sindicales y políticos. El evento se desarrolló en un clima de fuerte apoyo a la ex presidenta y de críticas al gobierno nacional, en un contexto de alta polarización política y dificultades económicas. El acto cerró con un llamado a la unidad y a la participación electoral, dejando abierta la discusión sobre el futuro del peronismo y del país.