Dos hombres fallecieron este fin de semana en distintos puntos del país mientras disputaban partidos de fútbol amateur, generando conmoción en sus comunidades y renovando el debate sobre la seguridad en el deporte.

En Cipolletti, Río Negro, Héctor González, de 58 años, docente y jugador del equipo Gimnasio Crear, se descompensó durante el torneo comercial Don Pedro. Según relataron los organizadores, González avisó que se sentía mal y pidió el cambio, pero poco después se desvaneció. Un médico presente en el predio intentó reanimarlo e intubarlo, solicitando una segunda ambulancia para contar con los insumos necesarios. El jugador fue trasladado al hospital Dr. Pedro Moguillansky, donde ingresó sin signos vitales y, pese a los esfuerzos médicos, se confirmó su fallecimiento. La organización del torneo suspendió las actividades y expresó sus condolencias, mientras la comunidad educativa de Cinco Saltos, donde González trabajaba como docente, lo despidió con emotivos mensajes en redes sociales.

En Villa Dolores, Córdoba, un hombre de 49 años murió tras sufrir una descompensación súbita en una cancha ubicada sobre la calle Almirante Brown. Fuentes policiales indicaron que el jugador sintió un fuerte dolor en el pecho antes de desplomarse. Fue trasladado de urgencia al hospital regional, donde los médicos intentaron reanimarlo sin éxito. El hecho generó conmoción entre familiares, amigos y compañeros de juego, quienes presenciaron el dramático episodio.

Ambos casos se suman a una serie de muertes similares ocurridas en los últimos meses en Trelew, Jujuy, Chaco y La Plata, donde jugadores amateur fallecieron durante partidos. Las autoridades y organizadores de torneos han reiterado la recomendación de realizar controles médicos preventivos, aunque en muchos certámenes no son obligatorios. En redes sociales, familiares y colegas de las víctimas expresaron su dolor y recordaron a los fallecidos por su compromiso y calidez humana.

La reiteración de estos episodios pone en foco la necesidad de reforzar los protocolos de seguridad y la atención médica en eventos deportivos, especialmente para adultos mayores o personas con antecedentes cardíacos. El debate sobre la obligatoriedad de los chequeos médicos y la disponibilidad de profesionales en los predios deportivos continúa abierto, mientras las comunidades afectadas buscan respuestas y consuelo ante la pérdida de sus seres queridos.