La relación entre el gobierno nacional y los gobernadores provinciales atraviesa uno de sus momentos más tensos desde la asunción de Javier Milei. El presidente acusó públicamente a los mandatarios provinciales de intentar "romper el déficit cero", lo que desató una ola de reacciones políticas y económicas en todo el país.

El conflicto se intensificó tras el acto por el Día de la Independencia, cuando el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, reiteró el reclamo por una distribución más equitativa de los fondos coparticipables y los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). Figueroa sostuvo que Neuquén recibe menos recursos que otras provincias, tanto en regalías como en coparticipación, y advirtió sobre la necesidad de contar con legisladores que defiendan los intereses provinciales en el Congreso.

En paralelo, el Senado avanzó con proyectos impulsados por los gobernadores para revisar la asignación de fondos y limitar la discrecionalidad del Ejecutivo nacional. La sesión, marcada por un clima de alta tensión, reflejó la creciente alianza entre los mandatarios provinciales, quienes buscan negociar en bloque frente a la Casa Rosada. "La respuesta se la damos en el Senado", expresó uno de los gobernadores, evidenciando el endurecimiento de la postura provincial.

El gobierno nacional, por su parte, sostiene que las provincias deben ajustar sus gastos y que la coparticipación vigente es suficiente. Sin embargo, informes económicos muestran que, en 2025, las provincias aumentaron sus erogaciones en un 21% real, mientras que la Nación mantuvo el gasto prácticamente estable. El debate sobre la automatización del reparto de ATN y la reducción del uso político de estos fondos se instaló en el Congreso, con el respaldo unánime de los gobernadores.

El impacto del conflicto no se limitó a la política: los mercados reaccionaron con una suba del dólar y una caída de la Bolsa, mientras bancos internacionales alertaron sobre la gobernabilidad y la estabilidad fiscal del país. Analistas coinciden en que, pese a la confrontación, Milei necesitará el apoyo de los gobernadores para aprobar futuras leyes y sostener la gobernabilidad.

La disputa por los recursos y el equilibrio fiscal se da en un contexto electoral, lo que aumenta la presión sobre ambas partes y anticipa nuevas negociaciones en el Congreso. El desenlace de este enfrentamiento será clave para el futuro de la relación entre la Nación y las provincias, así como para la economía argentina.