Rosario y las islas del Delta del Paraná enfrentan nuevamente una ola de incendios que ha generado alarma entre autoridades y vecinos. En los últimos días, decenas de focos ígneos se han registrado tanto en los humedales entrerrianos como en accesos urbanos de la ciudad, especialmente en la zona de la avenida Circunvalación. Según el monitoreo realizado por la Secretaría de Ambiente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), los incendios presentan características que descartan la posibilidad de que sean accidentales. “Es imposible que sean espontáneos, hay un responsable”, afirmó Matías De Bueno, secretario de Ambiente de la UNR, en declaraciones a la prensa local.

Bomberos Voluntarios de Rosario intervinieron en al menos cinco focos urbanos, donde constataron que la quema de basura residencial arrojada por vecinos fue el detonante de los incendios. Juan José Roger, miembro del cuerpo de bomberos, explicó que las altas temperaturas y el uso de predios abiertos como basurales ilegales incrementan el riesgo de nuevos siniestros. “La gente utiliza estos lugares como basural, y esto enciende aún más las quemas que realizan”, señaló Roger, quien además recordó la importancia de no arrojar residuos en espacios públicos.

El humo denso generado por los incendios afectó la visibilidad en la traza vial y la calidad del aire en varios barrios de Rosario, lo que motivó el rápido accionar de los bomberos y la preocupación de los automovilistas. Vecinos de la zona de Circunvalación y Uriburu denunciaron la quema de cubiertas y ramas, una práctica prohibida que agrava la situación ambiental y sanitaria.

Las autoridades de Protección Civil de Santa Fe y Entre Ríos mantienen un monitoreo constante y advierten que, de avanzar los focos y aumentar la afectación del humo, se intensificarán los trabajos de extinción. El Delta del Paraná, según expertos, es una zona propensa a incendios durante los meses de baja humedad y altas temperaturas, y se espera que la actividad ígnea continúe hasta mediados de octubre.

El episodio ha reavivado el debate sobre la falta de controles y sanciones a quienes provocan estos incendios, así como la necesidad de mayor colaboración ciudadana para prevenir nuevos focos. Las consecuencias ambientales y sanitarias, sumadas al riesgo para la seguridad vial, mantienen en alerta a la región.