La campaña de trigo 2025/26 en Argentina se perfila como la más exitosa de la historia, con estimaciones que superan los 27 millones de toneladas, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y la Bolsa de Comercio de Rosario. Este récord productivo se atribuye a condiciones climáticas favorables y a la incorporación de tecnología en el manejo de los cultivos, lo que permitió rendimientos superiores a los promedios históricos, especialmente en Córdoba y Buenos Aires.

El avance de la cosecha ya cubre más del 73% del área apta, con rindes que en algunos casos superan los 60 quintales por hectárea. Sin embargo, los parámetros de calidad, como el contenido de proteína y gluten, se encuentran por debajo de lo esperado, según reportes oficiales y privados. El relevamiento de la Cámara Arbitral de la Bolsa de Comercio de Rosario indica que el 28% del trigo muestreado es Grado 1, mientras que la mayoría corresponde a Grado 2.

En el plano comercial, diciembre marca un récord de exportaciones, con embarques estimados en 2,48 millones de toneladas, el doble que el año anterior. La competitividad del precio FOB argentino, actualmente el más bajo del mundo, ha permitido diversificar los destinos de exportación, destacándose Indonesia, Vietnam y Brasil como principales compradores. China también ha realizado compras significativas, algo inusual en las últimas décadas.

El contexto internacional, sin embargo, no es del todo favorable. La sobreoferta global de trigo, con cosechas récord en países como Rusia, Australia y la Unión Europea, ha generado una fuerte presión a la baja sobre los precios internacionales. En Argentina, el precio recibido por el productor ronda los 165 dólares por tonelada, muy por debajo de los valores históricos.

A nivel interno, la reciente reducción de los Derechos de Exportación (DEX) ha dinamizado las ventas y beneficiado especialmente a productos como la sémola, cuya alícuota se redujo al 2%. No obstante, persisten desafíos estructurales, como la falta de infraestructura adecuada para el almacenamiento y transporte, lo que impacta en la rentabilidad del sector.

Analistas y productores valoran las medidas oficiales, pero advierten sobre la falta de previsibilidad y la volatilidad de las reglas de juego. "El gran beneficiado fue el gobierno nacional, que recibió casi 7.000 millones de dólares en tres días", señaló el especialista Carlos Etchepare, quien también alertó sobre el impacto de estos adelantos en las divisas de 2026.

El futuro del sector dependerá de la evolución de los precios internacionales, la estabilidad regulatoria y la capacidad de adaptación a los desafíos logísticos. Mientras tanto, la campaña 2025/26 consolida a Argentina como un actor clave en el mercado mundial de trigo.