En una jornada marcada por la tensión política, la Cámara de Diputados de Argentina rechazó los vetos presidenciales a las leyes de Financiamiento Universitario y Emergencia Pediátrica, impulsadas por la oposición. El presidente Javier Milei reaccionó con dureza, acusando a los bloques opositores de actuar en contra del equilibrio fiscal y de poner en riesgo el futuro del país. "Votar al Partido del Estado es votar que tus hijos se vayan para Ezeiza", expresó Milei en sus redes sociales, en referencia a la posibilidad de que los jóvenes emigren ante la falta de oportunidades.

La votación contó con el respaldo de Unión por la Patria, la UCR, Hacemos Coalición Federal, Innovación Federal y sectores de la Coalición Cívica, además de algunos miembros del PRO y exaliados libertarios. Esta unidad opositora fue clave para revertir los vetos, aunque la decisión final recae ahora en el Senado, donde se requiere una mayoría especial de dos tercios para confirmar el rechazo.

El ministro de Economía, Luis Caputo, se sumó a las críticas del Ejecutivo, acusando a los legisladores de intentar "romper el equilibrio fiscal" y de buscar "recuperar su negocio". La sesión especial en el Senado está prevista para el jueves, y será determinante para el futuro de las leyes vetadas. Si los 72 senadores están presentes, se necesitarán al menos 48 votos para anular la decisión presidencial.

El antecedente más reciente de un rechazo a un veto presidencial se dio con la ley de emergencia en Discapacidad, donde la oposición logró una mayoría contundente. Este nuevo enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Congreso refleja la creciente polarización política y la disputa por el control de los recursos públicos. El resultado en el Senado podría marcar un punto de inflexión en la relación entre el Gobierno y la oposición, y tendrá implicancias directas en el financiamiento de universidades y la atención pediátrica en el país.