Jessica Scarione, de 35 años, fue hallada muerta en su vivienda del barrio Colonia Rural Nueva Esperanza, en Neuquén, en un hecho que la fiscalía investiga como femicidio. El cuerpo de la víctima presentaba al menos dos disparos de arma de fuego en el abdomen y heridas cortantes, según confirmaron fuentes policiales y judiciales. El principal sospechoso es su pareja, Luis Alberto Espinoza, de 45 años, quien permanece prófugo y tenía denuncias previas por violencia de género.

El hallazgo se produjo el domingo, cuando un familiar acudió a la vivienda tras no poder comunicarse con Jessica desde el viernes. Vecinos del sector relataron haber escuchado una fuerte discusión y observaron objetos dañados en la vivienda la noche del viernes, lo que refuerza la hipótesis de que el crimen ocurrió ese día. La fiscal del caso, Lucrecia Sola, ordenó la autopsia del cuerpo y dispuso el secuestro de imágenes de cámaras de seguridad, además de tomar declaraciones a vecinos para reconstruir los hechos.

Jessica era madre de cuatro hijos, quienes no vivían con ella y estaban al cuidado de otros familiares. La víctima había realizado denuncias por violencia de género contra Espinoza, por lo que se habían dictado medidas cautelares que luego cesaron. Organizaciones sociales y educativas, como el Centro de Formación Profesional Nº 3, donde Jessica estudiaba, manifestaron su dolor y exigieron justicia, señalando la vulnerabilidad y las condiciones de inequidad que atravesaba la víctima.

El caso generó conmoción en la comunidad y reavivó el reclamo por mayor protección a las mujeres y respuestas efectivas del Estado ante la violencia de género. Mientras la investigación avanza, la policía mantiene la búsqueda activa de Espinoza, principal sospechoso del crimen. El desenlace de este caso podría tener implicancias en la revisión de los protocolos de protección y asistencia a víctimas de violencia de género en la provincia.