Una ola de envenenamientos de mascotas en los barrios porteños de Las Cañitas, Belgrano y Palermo generó una fuerte alarma entre vecinos y autoridades durante la última semana. Al menos tres perros murieron y nueve animales, entre ellos gatos y aves, sufrieron graves cuadros de intoxicación tras ingerir sustancias desconocidas esparcidas en la vía pública. El caso que encendió las alertas fue el de Román, un perro que falleció minutos después de comer algo en la calle Arce al 600, pese a los intentos de su dueña por salvarlo. “Le empezaron a temblar las patitas y a salir espuma por la boca”, relató Ulises, vecino de la zona, en declaraciones a medios locales.

La proliferación de casos similares llevó a la intervención de la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA) y la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N°7, que iniciaron investigaciones para identificar a los responsables de la diseminación de veneno. Personal de la Comisaría Vecinal 14B, Bomberos de la Ciudad y Espacio Público recorrieron las áreas afectadas, aunque no hallaron elementos sospechosos en el lugar. Los cuerpos de los animales fallecidos fueron trasladados a la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA para realizar necropsias y determinar la sustancia utilizada.

Vecinos, organizados a través de grupos de WhatsApp y redes sociales, elaboraron mapas de peligro y difundieron advertencias para evitar nuevas intoxicaciones. “Ahora la gente sale a pasear el perro con miedo, en algunos casos con bozal y correas más cortas”, describió un cronista desde el lugar. Las autoridades recomendaron acudir de inmediato a una clínica veterinaria ante síntomas como vómitos, convulsiones o temblores, y conservar restos para análisis.

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dispuso operativos de limpieza, hidrolavado y desinfección en un cuadrante delimitado por las avenidas Dorrego, Del Libertador, Federico Lacroze y Luis María Campos. Además, se convocó a comerciantes y residentes para recabar testimonios y se solicitó la colaboración ciudadana para aportar información relevante a la investigación. En entrevistas televisivas, algunos vecinos señalaron la presencia de ratas en la zona y no descartan que el envenenamiento esté vinculado al uso de veneno para roedores.

Este tipo de episodios no es nuevo en la zona, ya que incidentes similares ocurrieron en años anteriores. La comunidad permanece en alerta mientras la investigación judicial continúa y se esperan avances en la identificación de los responsables. Las autoridades insisten en la importancia de la prevención y la colaboración vecinal para evitar nuevas tragedias y garantizar la seguridad de los animales y la comunidad.