El femicidio de Camila Ailén Espíndola, de 24 años, ha conmocionado a la ciudad de Rosario. La joven madre fue asesinada de tres disparos por su ex pareja frente a sus tres hijos, de 3, 6 y 9 años, en su casa del barrio Nuevo Alberdi Oeste. El crimen ocurrió el viernes por la noche, cuando el agresor, identificado como Federico Nicolás A., llegó al domicilio y, tras una discusión, le disparó en el patio de la vivienda. La hija mayor de la víctima corrió a avisar a su abuela, quien alertó a las autoridades.

Horas después del asesinato, mientras la familia velaba a Camila, delincuentes ingresaron a la casa y robaron pertenencias clave, dejando a los niños sin ropa ni recursos básicos. "Dejaron pocas cosas. Me mataron a mi hija y esta gente viene y roba. Mis nietas se quedaron sin nada", lamentó Cristina, madre de la víctima. La familia enfrenta ahora una doble tragedia: el femicidio y el saqueo de su hogar.

El agresor fue detenido en la localidad de Pérez, a 16 kilómetros del lugar del crimen, y será imputado en los próximos días. Según las primeras investigaciones, Camila había conseguido empleo recientemente, lo que generó conflictos con su ex pareja, quien ejercía violencia de género y no estaba de acuerdo con que ella trabajara. Aunque no se han encontrado denuncias previas, el entorno de la víctima confirmó que el agresor tenía antecedentes de violencia.

Este caso se suma a una alarmante estadística: en lo que va del año, se han registrado 14 femicidios en la provincia de Santa Fe, según el Observatorio Mumalá. Organizaciones feministas han denunciado la falta de políticas públicas efectivas para combatir la violencia de género. "Las cifras nos siguen mostrando que la situación es alarmante, sumado a la ausencia de políticas nacionales que no fueron reemplazadas en la dimensión que se necesita por los gobiernos provinciales y municipales", afirmó Gabriela Sosa, representante de Mumalá.

La familia de Camila ha solicitado ayuda a la comunidad para ampliar su vivienda y cuidar a los niños, quienes quedaron bajo el cuidado de sus abuelos. También piden asistencia psicológica para los menores, que presenciaron el crimen. La fiscalía de Homicidios Dolosos de Rosario está a cargo de la investigación, mientras la comunidad exige justicia y mayor protección para las víctimas de violencia de género.