La ciudad de Río Cuarto, Córdoba, se encuentra sumida en la conmoción tras el brutal asesinato de un adolescente de 14 años a manos de su madre, quien se encontraba bajo tratamiento psiquiátrico. El hecho ocurrió en la noche del miércoles en una vivienda del barrio Obrero, donde Aaron Benjamín Alaniz residía junto a su madre, María Juárez, de 47 años.

Según fuentes policiales y judiciales, el joven estaba en la casa con el propósito de cuidar a su madre, quien padecía esquizofrenia y recibía atención médica. La mujer, en un presunto brote psicótico, apuñaló a su hijo al menos 12 veces en el rostro y cuello, según reveló la autopsia. No se hallaron signos de defensa en el cuerpo del adolescente, lo que sugiere que el ataque fue sorpresivo y extremadamente violento.

Fue la propia madre quien, tras el hecho, llamó al padre de Aaron para confesar lo sucedido. "Tuve un blanco y cuando volví en sí, el adolescente estaba todo ensangrentado en la casa", relató la mujer, según fuentes del caso. El padre acudió de inmediato y, al encontrarse con la escena, solicitó ayuda a los vecinos para llamar a la policía. Los efectivos detuvieron a la mujer, quien permanece bajo custodia policial en el área de Salud Mental del Hospital San Antonio de Padua.

El fiscal Pablo Jávega, a cargo de la investigación, ordenó la realización de una pericia psiquiátrica para determinar si la madre comprendía la criminalidad de sus actos al momento del crimen. "Investigamos si hubo un conflicto entre madre e hijo que derivó en el ataque o si hay una patología de base que movilizó a la madre a hacer esto", señaló el fiscal en diálogo con medios locales.

La familia, conocida en el barrio por su solidaridad y buen trato, ha recibido muestras de apoyo y consternación por parte de los vecinos. "Eran vecinos muy buenitos. Me dieron de todo; bolsones de ropa, plata, trabajo, hasta me dieron de comer alguna vez. La verdad todavía no lo creo", expresó un vecino shockeado por lo sucedido.

El caso ha reabierto el debate sobre la Ley de Salud Mental y la atención a pacientes con patologías graves, especialmente en contextos familiares vulnerables. Mientras la investigación avanza y se esperan los resultados de las pericias, la comunidad de Río Cuarto permanece consternada y exige respuestas sobre cómo prevenir tragedias similares en el futuro.