La Universidad de Buenos Aires (UBA) dio a conocer la segunda edición del Índice de Gestión Estratégica de Ciudades (IGEC), que determina cuáles son las mejores ciudades argentinas para vivir en 2025. El estudio, realizado por la Facultad de Ciencias Económicas, analizó 159 indicadores agrupados en 31 variables y cinco dimensiones clave: política e institucional, desarrollo económico, sociedad, medio ambiente y tecnología e infraestructura.

Según el informe, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) encabeza el ranking con un puntaje de 3,65 sobre 5, consolidándose como la urbe con mejor calidad de vida del país. Le siguen Mendoza (3,34), Córdoba (3,25), San Miguel de Tucumán (3,17) y Rosario (3,16). El top diez lo completan San Juan, Santa Fe, Salta, Mar del Plata y Resistencia, aunque solo las cinco primeras superan los 3 puntos, lo que evidencia una marcada brecha de desarrollo entre las principales ciudades argentinas.

El IGEC se diferencia de otros rankings por su enfoque integral y cuantitativo, evaluando no solo percepciones sino también datos objetivos sobre gestión, infraestructura, cohesión social, sostenibilidad y acceso tecnológico. CABA lidera en todas las dimensiones analizadas, destacándose por su capacidad de gestión, planificación urbana y atracción de inversiones.

Uno de los datos más relevantes del informe es el avance de San Miguel de Tucumán, que escaló posiciones gracias a la implementación de un plan estratégico y mejoras en su institucionalidad, lo que potenció su desarrollo ambiental y tecnológico. El promedio general de las diez ciudades analizadas mostró una leve mejora respecto al año anterior, aunque la brecha entre las ciudades líderes y el resto se amplía.

Omar Quiroga, responsable del Centro de Ciudades Inteligentes de la UBA, explicó: “El objetivo de este trabajo es establecer diagnósticos cuantitativos y cualitativos para entender fortalezas y debilidades de cada ciudad, y así facilitar el desarrollo armónico y sostenible”. Quiroga subrayó la importancia de contar con indicadores sólidos para orientar políticas públicas y afrontar los desafíos de las agendas de Smart Cities.

El informe concluye que las ciudades que mejoran sostenidamente son aquellas que apuestan por la planificación a largo plazo y la institucionalidad, más allá de acciones aisladas. El futuro, según la UBA, sigue estando en las ciudades que piensan estratégicamente su desarrollo.