Las últimas encuestas nacionales de agosto 2025 muestran un escenario electoral altamente polarizado de cara a las elecciones legislativas de octubre. La Libertad Avanza (LLA), encabezada por el presidente Javier Milei, y Fuerza Patria, con Axel Kicillof como principal referente opositor, concentran la mayor parte de las preferencias del electorado, dejando poco margen para terceras fuerzas.

Según el estudio de Zuban Córdoba, realizado entre el 8 y el 11 de agosto sobre 2000 casos en todo el país, LLA alcanza el 38,6% de intención de voto, mientras que Fuerza Patria suma 37,9%. Esta diferencia, menor a un punto, se encuentra dentro del margen de error estadístico, configurando un auténtico empate técnico. El PRO, como aliado de LLA, aporta entre 3 y 3,5 puntos adicionales, según la consultora Management & Fit, ampliando la brecha sobre Fuerza Patria, aunque menos de lo que suma cuando compite en solitario.

El clima político está marcado por una fuerte polarización. Milei conserva un núcleo duro de apoyo, pero enfrenta una desaprobación creciente, que supera el 46%. El fenómeno del "anti-mileísmo" se consolida y supera al tradicional "anti-kirchnerismo". Por su parte, Kicillof emerge como una figura competitiva a nivel nacional, logrando captar tanto al electorado kirchnerista como a sectores descontentos con la economía y la política libertaria.

En el plano económico, los indicadores muestran señales mixtas. El consumo familiar creció un 45% interanual, impulsado principalmente por la compra de electrodomésticos, pero la morosidad en préstamos y tarjetas de crédito aumentó, y el empleo no logra recuperarse al ritmo de la actividad económica. Los salarios, según la Fundación Capital, se han rezagado respecto a la inflación en los últimos meses, generando preocupación por la pérdida de poder adquisitivo.

Funcionarios del gobierno destacan la caída de la inflación y el orden fiscal como logros clave, mientras la oposición critica la supuesta insensibilidad y apunta a la pérdida de empleo y poder adquisitivo. Analistas coinciden en que la definición electoral dependerá de la capacidad de movilización territorial, la participación y el impacto de fenómenos sociales y culturales en la agenda pública. El electorado independiente será determinante para el resultado final, en un escenario que se mantiene abierto y sujeto a cambios en las próximas semanas.