El futbolista Matías Tissera, delantero del club Huracán, fue liberado este martes tras pasar 28 días detenido en el penal de Bouwer, Córdoba. La detención, que comenzó el 1 de abril en el aeropuerto de Ezeiza, se debió a una acusación de tentativa de extorsión en un caso relacionado con una estafa inmobiliaria. Según la fiscalía, Tissera habría intentado recuperar dinero de una casa que nunca fue construida a través de un intermediario, lo que derivó en la denuncia.

La fiscal Silvana Fernández ordenó la liberación del jugador tras la captura de un último implicado en el caso, eliminando así los riesgos procesales. Sin embargo, Tissera deberá cumplir con estrictas condiciones judiciales, como la prohibición de salir del país, no comunicarse con la víctima ni con sus familiares, y el pago de una caución de 15 millones de pesos. Estas restricciones le impedirán participar en partidos internacionales con Huracán, aunque el club evalúa alternativas para garantizar su regreso al país en caso de que se le permita viajar.

Durante su detención, Tissera fue inicialmente alojado en un pabellón común del penal, conocido por sus duras condiciones, pero luego trasladado a uno con detenidos por delitos económicos. Según su abogado, Adolfo Allende Posse, el jugador se mantuvo activo entrenando dos horas diarias en el patio del penal y complementando su alimentación con productos enviados por familiares de otros internos. Tissera también evitó recibir visitas de su esposa e hijo para protegerlos emocionalmente.

El caso se originó cuando Tissera contrató a una empresa para construir una casa que nunca fue entregada. Desde Bulgaria, donde jugaba en ese momento, intentó recuperar el dinero a través de un intermediario, lo que derivó en la acusación de extorsión. La detención generó controversia, ya que el jugador había fijado domicilio y se había puesto a disposición de la justicia previamente.

La esposa de Tissera, Sofía Arozamena, expresó su indignación por la detención y destacó que no existía riesgo de fuga. "Tenemos un contrato de trabajo, nuestro hijo está escolarizado y no tenemos propiedades fuera del país", señaló. Desde Huracán, se espera que el jugador se reincorpore pronto al equipo, aunque deberá someterse a una puesta a punto física antes de volver a la competencia.

El penal de Bouwer, conocido como "el penal del infierno", es famoso por sus duras condiciones, lo que complicó aún más la situación del futbolista. A pesar de las dificultades, Tissera se mantuvo optimista y ahora planea retomar su carrera profesional. La fiscalía continúa investigando el caso, pero la liberación del jugador marca un avance significativo en su situación judicial.