El Gobierno argentino analiza la puesta en marcha de un nuevo plan canje para autos, con el objetivo de renovar el parque automotor y estimular la venta de vehículos 0 km. Actualmente, la antigüedad promedio de los autos en circulación es de 14,3 años, lo que representa un retroceso respecto a años anteriores y sitúa a Argentina entre los países con mayor obsolescencia vehicular en América Latina.

Según el informe anual de la Asociación de Fábricas de Componentes (AFAC), para revertir esta tendencia se deberían vender al menos 1,1 millones de autos nuevos por año. Sin embargo, las proyecciones para 2025 y 2026 estiman ventas de 650.000 y 700.000 unidades respectivamente, cifras que aún están lejos del objetivo mínimo necesario para frenar el envejecimiento del parque automotor.

Los principales obstáculos identificados por el sector son los altos precios de los vehículos y las condiciones de crédito desfavorables, con tasas de interés superiores al 40% anual. "Hoy, todos los créditos con tasas por debajo del 40% anual son subsidios que dan las marcas, con cupos limitados y plazos cortos", explicó un director de ventas de una terminal automotriz. Martin Galdeano, presidente de Ford Argentina, señaló que para alcanzar volúmenes de ventas cercanos a 1,2 millones de unidades, la financiación debería cubrir el 90% de los vehículos vendidos, muy por encima del 50% actual.

En este contexto, el Gobierno estudia alternativas para dinamizar el mercado, evitando subsidios estatales que no se pueden sostener en el tiempo. La propuesta central es incentivar la entrega de autos usados para la compra de vehículos nuevos, generando beneficios fiscales y ampliando el número de autopartes recuperables por desarmaderos habilitados, que pasó de 30 a 142 piezas. Esta medida busca otorgar mayor valor a los autos que salen del mercado, facilitando su descarte y permitiendo a los propietarios acceder a cupones aplicables a la compra de un 0 km.

Argentina cuenta con experiencias previas de plan canje, implementadas en 1995 y 1999, que incluyeron descuentos y cupones endosables para la adquisición de vehículos nuevos. Las opciones actuales en estudio incluyen la ampliación de cupos de exención de aranceles de importación para autos híbridos y eléctricos, y la exención de aranceles de exportación a las terminales, a cambio de que utilicen ese beneficio para vender autos nuevos tomando certificados de desguace como parte de pago.

El impacto esperado de la medida abarca no solo la industria automotriz, sino también sectores asociados como la metalúrgica y el caucho, generando un efecto positivo en la economía. "Un plan canje bien ejecutado puede ser un motor para múltiples industrias", afirmó el periodista especializado Damián Di Pace. Fuentes consultadas indicaron que la iniciativa se encuentra en etapa de estudio y, de avanzar, podría implementarse el próximo año.