El triple femicidio de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez en Florencio Varela ha generado conmoción y un fuerte reclamo de justicia en la sociedad argentina. La investigación, que ya cuenta con nueve detenidos, avanza con la incorporación de pruebas tecnológicas y testimonios que buscan esclarecer el brutal crimen.

Entre los detenidos se encuentra Ariel Giménez, acusado de haber cavado el pozo donde fueron hallados los cuerpos de las jóvenes. Giménez declaró ante la policía que fue contactado por una pareja para alquilar un parlante y, posteriormente, para realizar un trabajo en el patio de la casa, sin saber que se trataba de un crimen. "Me pidieron que fuera a hacer el trabajo, lo acepté porque me ofrecieron más dinero", relató Giménez, quien recibió $45.000 por cavar el pozo. Tras su declaración, quedó imputado por encubrimiento agravado.

La investigación se apoya en el análisis de cámaras de seguridad y registros fotográficos que permitieron reconstruir el recorrido de la camioneta Chevrolet Tracker blanca, robada días antes en La Matanza. Las imágenes muestran maniobras evasivas y paradas en puntos clave, lo que refuerza la hipótesis de un plan premeditado. Además, la fiscalía analiza la geolocalización de celulares y el entrecruzamiento de datos tecnológicos para identificar a todos los involucrados.

El caso tomó un giro internacional con la detención en Perú de Matías Ozorio, presunto autor intelectual del crimen, quien se fugó tras ser amenazado. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, destacó la cooperación entre fuerzas de seguridad de Argentina y Perú para lograr su captura.

Las declaraciones de los detenidos presentan contradicciones, pero aportan información relevante para la causa. Mientras algunos intentan desligarse del hecho, otros admiten haber estado en la zona, aunque niegan participación directa en el crimen. La fiscalía, a cargo de Adrián Arribas, anticipó que en los próximos días se conocerán datos de suma relevancia.

El caso expone problemáticas estructurales como la inseguridad, el narcotráfico y la vulnerabilidad de los jóvenes ante redes criminales. La utilización de un vehículo robado, el uso de redes sociales y aplicaciones de viajes, y la participación de múltiples actores reflejan un escenario complejo que demanda respuestas integrales del Estado.

Mientras tanto, las familias de las víctimas y la comunidad de Florencio Varela continúan reclamando justicia y mayor celeridad en la investigación. "Queremos justicia y saber quiénes fueron los responsables directos", expresó un allegado durante una reciente marcha. El avance de la causa y la incorporación de nuevas pruebas mantienen la expectativa de que se esclarezca este hecho aberrante y se sancione a los responsables.