El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), en conjunto con la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Schmidt Ocean Institute, inició el 14 de diciembre una ambiciosa expedición científica en el Mar Argentino. La campaña, denominada “Vida en los extremos”, tiene como objetivo principal estudiar las filtraciones de metano y los ecosistemas quimiosintéticos que prosperan en condiciones extremas a lo largo del talud continental argentino.

A bordo del buque Falkor (too), un equipo de 25 investigadores —17 de ellos argentinos— recorre zonas clave como Salado–Colorado, Colorado–Rawson y Malvinas. Utilizando tecnología de punta, como el vehículo operado remotamente ROV SuBastian, los científicos realizan inmersiones profundas para recolectar muestras y captar imágenes inéditas de la biodiversidad marina. Entre los hallazgos más destacados se encuentran anémonas, peces trípode, plumas de mar y corales de aguas frías, especies poco conocidas en la región.

La expedición se transmite en vivo, permitiendo que el público siga en tiempo real los descubrimientos y participe con preguntas, lo que ha generado una notable repercusión social y viralización de momentos cotidianos a bordo. “Son re gedes, ya les sacamos un montón de fotos, ya salieron en la tele, circulen”, comentó entre risas una investigadora, reflejando la cercanía entre la ciencia y la cultura popular.

Sin embargo, la campaña se desarrolla en un contexto de severos recortes presupuestarios al sistema científico argentino. Desde 2023, el CONICET y la Agencia I+D+i han sufrido una reducción del 78% en sus fondos, lo que ha paralizado proyectos, afectado becas y puesto en riesgo la continuidad de investigaciones estratégicas. El impacto se siente en todo el país, con laboratorios y equipos de trabajo enfrentando dificultades para sostener sus actividades.

A pesar de las adversidades, la expedición “Vida en los extremos” representa un ejemplo de resiliencia y cooperación internacional, subrayando la importancia de la ciencia pública para el desarrollo y la innovación en Argentina. Los especialistas advierten que, sin políticas de financiamiento sostenido, este tipo de iniciativas podrían convertirse en excepciones, comprometiendo el futuro de la investigación nacional.