La desaparición de tres jóvenes en La Matanza mantiene en vilo a la comunidad y moviliza a las fuerzas de seguridad desde el pasado viernes 19 de septiembre. Brenda del Castillo, Morena Verdi, ambas de 20 años, y Lara Morena Gutiérrez, de 15, fueron vistas por última vez en la rotonda de La Tablada, donde cámaras de seguridad registraron que subieron a una camioneta blanca. Desde entonces, no se supo más de ellas y sus teléfonos celulares se apagaron simultáneamente esa noche, aunque uno de los dispositivos se activó brevemente en Florencio Varela.

La investigación, a cargo de la UFI Descentralizada N°2 de Laferrere, se intensificó tras el hallazgo de manchas de sangre en una vivienda de Florencio Varela, donde la policía demoró a dos personas. Personal de la policía científica trabaja en el análisis de las muestras, mientras se investiga si la camioneta utilizada tenía la patente adulterada, lo que podría indicar un vehículo robado o con identidad falsa.

Las familias de las jóvenes, junto a vecinos, realizaron protestas y cortes en el Camino de Cintura, exigiendo respuestas y mayor celeridad en la búsqueda. "Que aparezcan mis tres chicas, por favor. Una tiene un hijo. Mi hija tiene 15 años, se fue enferma y no puede respirar bien", expresó la madre de Lara en declaraciones a la prensa, reflejando la angustia de los allegados.

Entre las hipótesis que manejan los investigadores, no se descarta la posibilidad de un secuestro o un caso de trata de personas. La fiscalía solicitó la colaboración de Migraciones y del Sistema Federal de Búsqueda (SIFEBU), además de analizar registros de cámaras y antenas de telefonía para reconstruir los últimos movimientos de las jóvenes. Según declaraciones de familiares, las dos mayores ejercían trabajo sexual y tenían un encuentro pactado por 300 dólares cada una, lo que suma preocupación sobre el contexto de la desaparición.

El caso se desarrolla en un contexto de creciente preocupación por la seguridad en el conurbano bonaerense, donde la falta de funcionamiento de cámaras de seguridad y la complejidad de las redes delictivas dificultan las investigaciones. Por el momento, la policía y la fiscalía mantienen hermetismo sobre los avances, mientras la comunidad espera respuestas y la aparición de las jóvenes.