Los cuerpos de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez, jóvenes desaparecidas desde el viernes pasado en La Matanza, fueron hallados en una vivienda de Florencio Varela tras un intenso operativo policial. La investigación, encabezada por la fiscalía de La Matanza y la DDI, se activó luego de que una antena de telefonía celular detectara la última señal de uno de los teléfonos de las víctimas en la zona.

Según fuentes policiales, las jóvenes fueron vistas por última vez en la rotonda de La Tablada, donde subieron voluntariamente a una camioneta blanca, hecho registrado por cámaras de seguridad. El seguimiento de estos registros y el rastreo de los celulares permitieron a los investigadores localizar la vivienda donde finalmente se encontraron los cuerpos. Uno de los cadáveres fue hallado calcinado dentro de una camioneta, otro desmembrado y el tercero enterrado en el patio de la casa.

Durante el allanamiento, dos personas fueron sorprendidas limpiando la escena con lavandina y manchas de sangre, lo que derivó en su detención inmediata. Posteriormente, otras dos personas, entre ellas la dueña de la casa y un hombre vinculado a actividades narco, fueron arrestadas en un hotel de la zona. En total, hay cuatro detenidos y la policía no descarta nuevas detenciones en las próximas horas.

La investigación baraja varias hipótesis, entre ellas la posibilidad de que las jóvenes hayan asistido a una fiesta que terminó en tragedia, así como posibles vínculos con trata de personas o disputas criminales. El fiscal Gastón Duplaá solicitó la colaboración de Migraciones y del Sistema Federal de Búsqueda para ampliar el radio de acción.

El caso ha generado conmoción en la sociedad y reaviva el debate sobre la seguridad y la trata de personas en el conurbano bonaerense. Las autoridades continúan trabajando para esclarecer el móvil del triple crimen y determinar la responsabilidad de los detenidos, mientras se esperan los resultados de las autopsias y nuevas pericias.