Un equipo de científicos e instituciones de Córdoba realizó un hallazgo paleontológico sin precedentes en la provincia: el primer resto fósil óseo de vertebrado de la Era Mesozoica, descubierto en la zona de Ongamira, en la Sierra de Copacabana. El fragmento, de aproximadamente 8 centímetros de longitud, presenta paredes delgadas y huecas, características que sugieren que podría pertenecer a un dinosaurio terópodo o a un reptil volador del período Cretácico.

El descubrimiento se produjo durante la XIX Reunión Argentina de Sedimentología, celebrada en septiembre, y fue confirmado por especialistas de la Agencia Córdoba Cultura, el Museo Provincial de Ciencias Naturales “Dr. Arturo U. Illia”, el Centro de Investigaciones de Ciencias de la Tierra (CICTERRA), el CONICET y la Universidad Nacional de Córdoba. Tras identificar la importancia del hallazgo, se activó el protocolo de protección patrimonial y el fósil fue cuidadosamente extraído y trasladado en un "bochón" de yeso para preservar su integridad.

El director de la Agencia Córdoba Cultura, Raúl Sansica, destacó que “es un descubrimiento patrimonial único para la provincia”, subrayando el valor científico y el potencial para transformar la interpretación de la historia geológica y biológica de Córdoba. El material será sometido a estudios avanzados, incluyendo escaneo 3D, tomografías computadas y análisis histológicos, con el objetivo de reconstruir el hueso, identificar la especie y comprender el ambiente en el que vivió.

Hasta la fecha, no se habían encontrado restos óseos de vertebrados de la Era Mesozoica en Córdoba, lo que convierte este hallazgo en un hecho excepcional para la ciencia local y nacional. El fósil quedará resguardado en la colección oficial del CICTERRA, bajo la tutela de la provincia, garantizando su preservación para futuras generaciones.

El descubrimiento impulsa nuevas actividades de exploración en la región de Ongamira, que ahora se perfila como un nuevo punto clave para la paleontología argentina. Se espera que los estudios en curso y futuras investigaciones aporten mayor precisión sobre la antigüedad, la especie y el contexto ambiental del fósil, abriendo una ventana inédita al pasado remoto de las sierras cordobesas.