Las elecciones legislativas de 2025 en Argentina consolidaron el liderazgo de Javier Milei, quien obtuvo el 41% de los votos, equivalente a casi diez millones de sufragios. Sin embargo, un sector significativo de la sociedad, compuesto por más de 17 millones de argentinos, no respaldó al presidente, según un informe de CELAG DATA basado en una consulta a 12.000 personas que no votaron por Milei.

El estudio revela que este sector no mileísta está altamente ideologizado y cohesionado en torno a propuestas concretas, con el 71% considerando fundamental la elaboración de un programa político claro para futuras elecciones. Además, el 65% cree que la sociedad argentina no es mayoritariamente afín a las ideas de Milei. Figuras como Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof son ampliamente valoradas como líderes, y la mayoría considera que la mejor estrategia es la unidad entre ambos.

En cuanto a la gestión de Milei, el 96% de los consultados opina que la economía ha empeorado desde su llegada al poder, y el 59% lo responsabiliza directamente por la situación actual. Solo un 9% considera que la crisis de 2001 fue peor que la actual. El informe también destaca una percepción de retroceso democrático, con el 86% señalando riesgos para la democracia bajo el gobierno de Milei.

La desconfianza hacia el Poder Judicial es otro aspecto relevante, ya que el 65% identifica a los jueces como el actor social menos confiable, superando a empresarios, políticos y periodistas. El pesimismo sobre el futuro del país es creciente: el 51% cree que "este país ya no tiene arreglo", y solo el 37% confía en la posibilidad de vencer a Milei en próximas elecciones.

El sector no mileísta exige mayor escucha de sus representantes (61%) y considera injusto el trato judicial hacia Cristina Fernández de Kirchner, apoyando su libertad (71%). El desencanto y la desilusión predominan, aunque no se percibe una apatía permanente, sino una expectativa de que la situación podría cambiar según la evolución política.

Este análisis subraya la importancia de atender y representar a los sectores que no respaldan al oficialismo, reconociendo su diversidad y sus demandas, en un contexto de polarización y desafíos económicos y democráticos.