Un fuerte temporal con ráfagas intensas de viento azotó la provincia de Tucumán durante la madrugada del 21 de noviembre, provocando daños materiales, cortes de energía y bloqueos en diversas vías. Las ciudades de San Miguel de Tucumán, Yerba Buena, Concepción y Alberdi se vieron especialmente afectadas por la caída de árboles, voladuras de techos y daños en la infraestructura eléctrica y de servicios.

Según informaron fuentes oficiales y medios locales, el fenómeno meteorológico se inició alrededor de las 2 de la madrugada y se mantuvo hasta las 4, con variaciones en la intensidad del viento según la zona. El Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta amarilla por tormentas para toda la provincia, mientras que Defensa Civil reportó la caída de árboles y postes, así como cortes de energía y telefonía en distintos puntos.

En Yerba Buena, la Guardia Urbana y la Dirección de Defensa Civil municipal desplegaron un operativo desde las primeras horas para atender los reportes de árboles caídos, especialmente en el sector sur de la ciudad. "Fue una madrugada muy intensa para nosotros", señaló Pablo Quiroga, secretario de Ambiente, quien destacó que los árboles caídos ya fueron reemplazados y que la infraestructura verde es una prioridad para el municipio.

En Concepción, los equipos municipales, junto con la Policía y Bomberos Voluntarios, trabajaron durante toda la noche despejando vías y asistiendo en situaciones de riesgo. Un pino de aproximadamente 20 metros de altura bloqueó completamente la Ruta Nacional 38, mientras que una pared colapsó en el Pasaje 24 de Septiembre y varias viviendas resultaron afectadas por la caída de árboles y daños en líneas eléctricas.

La empresa distribuidora de energía EDET informó que continúa trabajando para restablecer el servicio en las zonas afectadas. Las autoridades recomendaron a la población circular con máxima precaución y evitar los sectores donde persisten tareas de remoción de escombros y árboles.

Hasta el momento, no se reportaron víctimas fatales, aunque los daños materiales y estructurales son significativos. El evento pone a prueba la capacidad de respuesta de los equipos de emergencia y resalta la importancia de la planificación urbana y la gestión de riesgos ante fenómenos climáticos extremos.