La expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner volvió a estar en el centro del debate político tras la publicación del prólogo del libro "Proscripta y sublevada", donde expone su visión sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania. En el texto, Kirchner sostiene que la ofensiva rusa debe entenderse como una reacción defensiva frente al avance de la OTAN y el incumplimiento de los acuerdos de Minsk, y no como un intento de invasión a Europa.

"Rusia nunca quiso invadir Europa, sino que históricamente ha sido al revés", afirmó la exmandataria, quien actualmente cumple prisión domiciliaria por la condena en la causa Vialidad. Kirchner argumentó que, desde la perspectiva rusa, la historia muestra a su país como víctima de agresiones europeas, lo que explicaría su reacción ante la expansión de la OTAN hacia sus fronteras.

A pesar de que sus palabras han sido interpretadas por algunos sectores como un respaldo a la estrategia de Vladimir Putin, Kirchner negó cualquier apoyo a la guerra iniciada en 2022. "Nada más alejado de la realidad", aclaró, recordando que durante su presidencia Argentina votó en contra de la anexión de Crimea por parte de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU. "Lo hicimos en defensa del principio de integridad territorial que sostiene nuestro reclamo en Malvinas", explicó.

En el mismo texto, la exvicepresidenta aprovechó para criticar al actual canciller Pablo Quirno, ironizando sobre su linaje histórico y su papel en la política argentina. Las declaraciones de Kirchner surgen en un contexto internacional marcado por las negociaciones impulsadas por el expresidente estadounidense Donald Trump para buscar una salida al conflicto, que ya ha dejado cientos de miles de muertos y ciudades devastadas en Ucrania.

El análisis de la exmandataria reavivó el debate interno sobre la posición argentina frente a la guerra y volvió a colocarla en el centro de la discusión política, en un momento de alta sensibilidad geopolítica.