Este jueves, cientos de estudiantes de cuarto año de escuelas secundarias de Rosario y localidades cercanas se congregaron en el Monumento Nacional a la Bandera para celebrar el tradicional banderazo, una costumbre que marca el cierre del ciclo lectivo y el paso a quinto año. Desde la madrugada, los jóvenes se reunieron en distintos puntos de la ciudad y confluyeron en el icónico sitio local, donde la fiesta se desarrolló en un ambiente de alegría y organización.

A diferencia de años anteriores, el festejo se destacó por la tranquilidad y la ausencia de incidentes. La presencia de padres fue notable, acompañando a sus hijos y colaborando en la supervisión del evento. "La presencia de los mayores es fundamental", señaló una madre de Totoras, mientras que otra agregó: "Los chicos no se pueden manejar solos. A nosotros no nos gusta y bueno, estamos acá, disfrutando, acompañando". Además, agentes municipales y fuerzas de seguridad realizaron controles preventivos, especialmente sobre el uso de pirotecnia y el consumo de bebidas alcohólicas, que este año fue prácticamente inexistente.

Los estudiantes, vestidos con remeras personalizadas y portando banderas, celebraron con cánticos, bombos y espuma, en una jornada que se extendió desde la madrugada hasta entrada la mañana. Algunos grupos organizaron traslados en colectivo desde localidades cercanas, como Roldán, y planificaron continuar la celebración hasta el mediodía. "No tomamos, no nos pusimos en pedo, la pasamos bien igual", resumió uno de los jóvenes entrevistados.

El banderazo es una tradición que se repite cada año y que, en esta edición, fue percibida por la comunidad como un evento positivo y seguro, gracias al acompañamiento familiar y los controles implementados. La celebración, que también se extendió a otros puntos de la ciudad como la peatonal Córdoba, marca el inicio de un fin de semana largo y el cierre de una etapa escolar para cientos de adolescentes. Las autoridades y la comunidad valoraron el desarrollo pacífico del evento, que refuerza la importancia de la participación adulta en actividades juveniles masivas.