El Gobierno argentino oficializó la creación de la Secretaría de Asuntos Nucleares, una nueva dependencia que funcionará bajo la órbita del Ministerio de Economía y que tendrá como principal objetivo coordinar y dinamizar el sector nuclear nacional. La medida, impulsada por el presidente Javier Milei y el ministro Luis Caputo, busca transformar la matriz energética del país y posicionar a Argentina como un actor estratégico en el mercado internacional de uranio.

Federico Ramos Nápoli, abogado de 30 años y ex titular de Dioxitek, fue designado como primer secretario del área. Su gestión previa en la empresa estatal dedicada a la producción de uranio fue destacada por la eliminación del déficit operativo y la obtención de récords de producción. Según el comunicado oficial, Ramos Nápoli lideró negociaciones clave para asegurar el suministro de uranio a las centrales nucleares argentinas y cuenta con experiencia en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).

La nueva secretaría tendrá autonomía respecto a la Secretaría de Energía y coordinará organismos como la CNEA, [Nucleoeléctrica Argentina](/entities/entity_1745024701554_686) y Dioxitek. El gobierno apunta a atraer inversiones internacionales, modernizar la infraestructura nuclear y expandir la producción y exportación de uranio, con la ambición de convertir a Argentina en la "Arabia Saudita del uranio". El anuncio se enmarca en una estrategia más amplia de reorganización institucional y modernización del sector público, que incluye la posible privatización de empresas estatales.

El Plan Nuclear Argentino contempla el desarrollo de nuevas tecnologías, como los reactores modulares pequeños (SMR) y el reactor multipropósito RA-10, así como la utilización de energía nuclear en sectores productivos y científicos, incluyendo la medicina y la inteligencia artificial. El Consejo Nuclear Argentino, presidido por Demian Reidel, coordinará las políticas junto a otros organismos clave.

La medida fue celebrada por el oficialismo y sectores empresariales, mientras que especialistas destacan la oportunidad que representa la tendencia global hacia reactores modulares. Sin embargo, persisten críticas y debates sobre la privatización y el futuro del sector nuclear estatal. Con 75 años de trayectoria y tres centrales nucleares en operación, Argentina busca consolidar su posición como líder regional en energía nuclear y proveedor estratégico de uranio a nivel internacional.