El presidente argentino Javier Milei emprende un nuevo viaje a Estados Unidos, donde tiene previsto asistir al espectáculo de la actriz Fátima Florez en el Hotel Sahara de Las Vegas los días 5 y 6 de septiembre. La noticia se viralizó tras la difusión de un flyer promocional que anuncia la presencia del mandatario en el show, aunque la propia Florez aclaró que no se trata del flyer oficial del teatro. El empresario Jorge Elías, encargado de las presentaciones artísticas de la actriz, confirmó la asistencia de Milei, quien mantiene una relación cordial con Florez tras su ruptura en abril de 2024.

El viaje presidencial ocurre en un contexto de alta tensión política, marcado por el escándalo de presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y el cierre de campaña de las elecciones bonaerenses. Desde la Casa Rosada, aún no se ha oficializado la agenda de Milei en Estados Unidos, aunque se estima que mantendrá reuniones con empresarios en Los Ángeles y Las Vegas. El mandatario estará acompañado por el ministro de Economía, Luis Caputo, y el canciller Gerardo Werthein, mientras que su hermana Karina Milei, señalada en el escándalo de coimas, no formará parte de la comitiva.

La difusión del flyer generó polémica en redes sociales y entre la oposición, que cuestiona el uso de fondos públicos para viajes que consideran ajenos a las funciones oficiales. El diputado Maximiliano Ferraro expresó su indignación por la falta de transparencia en la agenda presidencial. Por su parte, Fátima Florez se mostró entusiasmada por la proyección internacional de su espectáculo, que coincide con el mes de la hispanidad en Las Vegas.

Milei, quien ha realizado once viajes a Estados Unidos desde que asumió la presidencia, tiene previsto regresar a Argentina para estar presente en las elecciones bonaerenses y luego viajar nuevamente a Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU. El contexto político y los recientes escándalos han puesto en el centro del debate la separación entre las actividades personales y las responsabilidades institucionales del presidente, mientras la agenda oficial sigue sin ser confirmada.