La política porteña atraviesa un momento de alta tensión tras la derrota electoral de Horacio Rodríguez Larreta y la llegada de Jorge Macri al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En las últimas semanas, Macri ha retomado la iniciativa política, realizando gestiones ante la Casa Rosada por la coparticipación federal y organizando reuniones con vecinos para conocer sus inquietudes y propuestas. Estos encuentros, promovidos por los ministros porteños, buscan fortalecer el vínculo con la ciudadanía y consolidar la gestión de Macri en el ámbito local.

Paralelamente, Horacio Rodríguez Larreta, exalcalde y actual legislador porteño electo, ha intensificado sus propios encuentros con vecinos, aunque en un formato más reducido y personalizado. En estos espacios, Larreta escucha críticas sobre la situación de la ciudad y promueve su posible regreso al cargo de jefe de gobierno. Sin embargo, la falta de coordinación entre los equipos de Macri y Larreta evidencia la profunda división interna en el macrismo porteño, donde ambos sectores compiten por el apoyo de los vecinos sin aviso previo ni colaboración mutua.

La interna se complejiza aún más con la postura de María Eugenia Vidal, quien ha decidido tomar distancia de la disputa y concentrarse en su fundación Hacemos, dedicada a la alfabetización y enseñanza de matemáticas a niños en todo el país. Fuentes cercanas a Vidal aseguran que mantiene una posición crítica respecto a Larreta y rechaza cualquier intento de vincularla a la interna porteña.

En este contexto, el macrismo porteño enfrenta una etapa de fragmentación y reconfiguración, marcada por la falta de coordinación entre sus principales figuras y la incertidumbre sobre el futuro político del espacio en la ciudad. Las reacciones de exaliados de Larreta, que consideran sus encuentros una "puesta en escena", y el alejamiento de Vidal, reflejan la complejidad de la situación y la necesidad de redefinir estrategias para recuperar protagonismo en el escenario local. El desenlace de esta disputa será clave para el futuro del macrismo en Buenos Aires y su capacidad de articular una propuesta política competitiva en los próximos años.