El presidente Javier Milei y el expresidente Mauricio Macri mantuvieron una reunión de alto perfil en la residencia de Olivos, en un momento clave para la política argentina. El encuentro, que se extendió por casi dos horas y contó con la presencia de Karina Milei y el jefe de Gabinete Guillermo Francos, tuvo como objetivo principal consolidar una estrategia común de cara a las elecciones legislativas del 27 de octubre.

Según comunicaron ambos líderes, se acordó trabajar en conjunto después de los comicios para construir los consensos necesarios que permitan avanzar en las reformas estructurales que el gobierno considera imprescindibles. "Acordamos trabajar en conjunto, a partir del 27 de octubre, para construir los consensos necesarios que nos permitan avanzar en las reformas estructurales que necesita nuestro país para que sea grande nuevamente", expresó Milei en sus redes sociales.

Durante la reunión, se abordaron temas sensibles como el respaldo legislativo del PRO al oficialismo, la situación del diputado José Luis Espert y la necesidad de fortalecer la gestión gubernamental tras los recientes reveses electorales en la provincia de Buenos Aires. Macri, por su parte, sugirió la importancia de diversificar la política exterior y realizar cambios en el gabinete, aunque no se tomaron decisiones inmediatas al respecto.

El contexto de la reunión estuvo marcado por la presión internacional, especialmente de Estados Unidos, para que el gobierno argentino logre acuerdos políticos que aseguren la gobernabilidad y permitan la aprobación de reformas clave. Además, la reciente derrota electoral del oficialismo en Buenos Aires y las tensiones internas en el PRO y La Libertad Avanza agregaron urgencia al diálogo entre ambos líderes.

Fuentes cercanas a Macri señalaron que, si bien el PRO mantiene una postura crítica respecto a algunos aspectos de la gestión libertaria, existe disposición a colaborar en la búsqueda de consensos. "Como dijo Milei, se volverán a juntar después del 27 de octubre", resumieron desde el entorno del expresidente.

La reunión es vista por analistas como un intento de recomponer alianzas y asegurar el respaldo necesario en el Congreso para las reformas que el gobierno busca implementar en la próxima etapa. El desenlace de este acercamiento dependerá en gran medida de los resultados electorales y de la capacidad de ambos espacios para superar sus diferencias y trabajar en una agenda común.